
La reciente declaración de Sebastian Gorka, asistente del presidente estadounidense Donald Trump, ha reavivado las esperanzas de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. Según Gorka, un encuentro cara a cara entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, es “inminente” y podría ser clave para sellar un acuerdo que ponga fin a las hostilidades.
Durante una cumbre de seguridad organizada por Politico, Gorka enfatizó que “los acuerdos dependen del tiempo. Cuando el momento es el adecuado, es cuando el presidente está en la sala con Putin”. Sin embargo, no ofreció detalles adicionales sobre la posible reunión, lo que deja en el aire las expectativas sobre el desarrollo de las negociaciones.
En la actualidad, Trump se encuentra en una gira por Oriente Medio y ha considerado la posibilidad de visitar Turquía este viernes, “si algo sucede”. Las delegaciones de Moscú y Kiev están programadas para mantener discusiones en Turquía, tras la sugerencia de Putin de reanudar las conversaciones en Estambul, que se interrumpieron hace tres años.
Reacciones de Ucrania y la postura de Rusia
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha respondido a la invitación de Putin, manifestando su disposición a volar personalmente a Turquía y exigiendo que el presidente ruso haga lo mismo. La respuesta del Kremlin fue clara: Putin no tiene planes de viajar a Turquía. Trump, por su parte, comentó que Putin no tiene razón para ir, dado que él mismo no se ha comprometido a asistir.
Desde Moscú, se ha reiterado que la agenda principal para las conversaciones en Estambul sigue siendo la misma que en 2022. Rusia sostiene que una paz duradera solo se puede lograr abordando las causas fundamentales del conflicto, que incluyen el deseo de Ucrania de unirse a la OTAN.
Inicialmente, Zelensky insistió en que Putin debía asistir personalmente a las conversaciones, pero posteriormente decidió enviar una delegación encabezada por el Ministro de Defensa, Rustem Umerov. Según la agencia TASS, se espera que las reuniones entre ambas partes comiencen este viernes.
Desde que asumió la presidencia en enero, la administración Trump ha estado presionando activamente a ambas partes para que se involucren en negociaciones de paz. Sin embargo, el presidente ha expresado recientemente su frustración por la lentitud del proceso, instando a ambos lados a participar en conversaciones directas.