Australia ha decidido enviar 49 tanques M1A1 Abrams de segunda mano a Ucrania, tras obtener la aprobación de Estados Unidos. Esta decisión ha generado críticas tanto en el ámbito estadounidense como australiano, donde se cuestiona la capacidad de Ucrania para utilizarlos efectivamente debido a problemas logísticos y su vulnerabilidad ante los drones rusos.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, confirmó el inicio de la entrega durante una reunión con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en Roma el pasado domingo. Según informaciones de ABC, ya se ha comenzado a cargar los primeros tanques en un buque de carga, aunque los detalles sobre su ubicación y fecha de llegada no han sido revelados por razones de seguridad.
La transferencia de los Abrams requería la aprobación de Estados Unidos debido a su origen americano. Aunque Washington finalmente dio su visto bueno, funcionarios estadounidenses han expresado en privado su “frustración” por esta decisión, según ABC. Un funcionario anónimo declaró que ya se había advertido a Australia sobre la complejidad de enviar estos tanques, y que una vez que lleguen al campo de batalla, los ucranianos encontrarán dificultades para mantenerlos operativos.
Preocupaciones sobre la efectividad de los Abrams en el conflicto
Oficiales de defensa australianos han manifestado dudas sobre si Ucrania realmente desea estos vehículos. Un fuente de ABC señaló que “el techo del tanque es el punto más débil de los Abrams y esta es una guerra de drones”. En 2023, Estados Unidos, bajo la presidencia de Joe Biden, suministró 31 tanques Abrams a Ucrania. Sin embargo, informes de medios indican que estos pesados vehículos, valorados en aproximadamente 10 millones de dólares cada uno, han enfrentado serios desafíos en el campo de batalla, incluyendo ataques de drones y dificultades en terrenos difíciles.
Rusia ha afirmado haber destruido varios tanques Abrams y, en mayo de 2024, exhibió un tanque capturado en una exposición militar en Moscú, junto a otros equipos occidentales. El Kremlin ha denunciado los envíos de armas occidentales a Ucrania, advirtiendo que solo prolongarán el conflicto sin cambiar su desenlace.
