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Renace el Dogma: Filmmakers escandinavos lanzan un nuevo manifiesto para el cine del siglo XXI

In Cultura
mayo 19, 2025
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Treinta años después del surgimiento del movimiento cinematográfico Dogma 95, un grupo de cineastas daneses y suecos ha relanzado esta vanguardia con un nuevo manifiesto adaptado a la era digital. En una declaración presentada en el Festival de Cine de Cannes, May el-Toukhy, Milad Alami, Annika Berg, Isabella Eklöf y Jesper Just afirmaron: “En un mundo donde el cine se basa en algoritmos y las expresiones visuales artificiales están ganando terreno, es nuestra misión defender la huella humana, imperfecta y distintiva”.

El nuevo manifiesto, denominado Dogma 25, se describe como “una misión de rescate y una insurrección cultural”. Ha recibido el respaldo de los directores más conocidos del movimiento original, Thomas Vinterberg y Lars von Trier, así como de la productora de von Trier, Zentropa. En su declaración, ambos cineastas resaltaron la necesidad de un nuevo enfoque en un mundo marcado por la guerra y la incertidumbre, deseando suerte a quienes marchan hacia la reconquista del cine danés.

Dogma 95, lanzado en 1995, estableció un conjunto de reglas diseñadas para crear películas basadas en valores tradicionales como la historia, la actuación y la temática, excluyendo los efectos especiales. Vinterberg y von Trier buscaban equilibrar la dinámica en un sector cinematográfico dominado por presupuestos elevados, estableciendo lo que denominaron un “voto de castidad”. Este conjunto de reglas determinó qué películas podían considerarse parte del movimiento, y se convirtió en un referente en el cine europeo contemporáneo.

En 2002, se consideró que Dogma 95 había concluido, aunque su legado perdura. El nuevo manifiesto, Dogma 25, presenta diez nuevas normas que buscan preservar la originalidad del cine en un contexto actual donde la producción cinematográfica se ha visto transformada. La iniciativa se centra en tres temas centrales: un regreso a la realidad física, la restricción estética y la responsabilidad económica y geográfica.

Entre las nuevas reglas, destaca que las películas deben realizarse en un plazo no mayor a un año y que el uso de Internet está prohibido en todos los procesos creativos. Además, se ha mantenido solo una de las reglas originales: la filmación debe llevarse a cabo en el lugar donde ocurre la narración. Las nuevas directrices buscan fomentar una conexión íntima entre el equipo de producción y el mensaje de la película, asegurando un sentido de responsabilidad compartida y una flexibilidad creativa esencial.

El nuevo “voto de castidad” incluye normas que prohíben el uso de maquillaje y la manipulación de los cuerpos, a menos que forme parte de la narrativa. Se comprometen a trabajar con objetos existentes, rechazando la cultura consumista. También se establece que al menos la mitad de la película debe carecer de diálogo, promoviendo el storytelling visual y la confianza en el público.

La directora del Instituto Danés de Cine, Tine Fischer, ha manifestado su apoyo a esta nueva dirección, enfatizando la necesidad de examinar y desafiar cualquier sistema, incluso uno que funcione bien. Fischer argumenta que, aunque el cine danés ha tenido un reconocimiento internacional significativo, es esencial contar con visiones artísticas valientes que respondan a los retos contemporáneos.

Dogma 25 se presenta como una declaración de intenciones frente a un panorama cinematográfico que, según sus promotores, requiere un enfoque radical y comprometido con la libertad de expresión y la singularidad del arte. En un momento donde la producción cinematográfica se enfrenta a numerosas presiones, esta nueva ola busca rescatar la esencia del cine como forma de arte.

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Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.