El verano de 2025 se presenta como una época que promete ser recordada, no solo por el clima, sino por la representación de mujeres complejas y multifacéticas en la televisión. En este contexto, se ha propuesto el término «Messy Girl Summer» como el lema de esta temporada, destacando la tendencia en la que las protagonistas femeninas son retratadas como seres humanos reales, con virtudes y defectos.
Series recientes como The Better Sister y Sirens, junto con estrenos inminentes como Ginny & Georgia y We Were Liars, muestran personajes femeninos que no encajan en arquetipos simplistas. Estas producciones abordan la complejidad de las vidas de las mujeres, explorando sus luchas personales y sus interacciones familiares.
En The Better Sister, Jessica Biel interpreta a Chloe, una ejecutiva de medios que se enfrenta a un oscuro secreto familiar tras el asesinato de su esposo. La serie no solo se basa en un misterio, sino que también ofrece un análisis profundo de los roles que las mujeres han de desempeñar en la sociedad. Biel, durante una entrevista, destacó cómo la sociedad tiende a menospreciar a las mujeres que son ambiciosas o que no se ajustan a las expectativas tradicionales. «Chloe es vista como la ‘buena’, pero eso implica una presión que puede ser asfixiante», afirmó.
Por su parte, Elizabeth Banks, quien interpreta a Nicky, hermana de Chloe, representa a una mujer con un pasado complicado, luchando contra sus propios demonios. Biel enfatizó que es fundamental mostrar que estas mujeres son seres humanos completos, y no meros estereotipos. «No somos solo una cosa; somos seres humanos de 360 grados», indicó.
La actriz Lorraine Toussaint, quien da vida a Catherine, la amiga de Chloe, también se unió a esta celebración de la complejidad femenina. Ella argumentó que «las chicas son complicadas e interesantes», y que es esencial que el entretenimiento refleje esta diversidad. «Cuando las mujeres se reúnen, hay una energía que puede ser sorprendente y poderosa», añadió.
El fenómeno de las «chicas desordenadas» no es exclusivo de una sola serie. La serie Sirens, que cuenta con actrices como Julianne Moore, ha captado la atención del público y refleja una narrativa similar, centrada en la complejidad de las relaciones familiares y los secretos que estas encierran. La serie ha tenido un éxito considerable en Netflix, lo que demuestra que esta tendencia está resonando con la audiencia.
A medida que se acerca el estreno de la tercera temporada de Ginny & Georgia, la protagonista Brianne Howey ha comentado sobre los dilemas morales de su personaje, sugiriendo que esta temporada será, efectivamente, «más desordenada». Este enfoque en la familia y sus dinámicas añade otra capa a la narrativa, haciendo eco de las experiencias cotidianas de muchos espectadores.
La serie We Were Liars, que se estrena en Prime Video el 18 de junio, también se adentra en la complejidad familiar, centrándose en los secretos de una familia rica. Este tipo de narrativas no solo entretienen, sino que también ofrecen una reflexión sobre la autenticidad de las relaciones y los traumas que pueden surgir en el seno familiar.
Expertos en estudios de medios argumentan que la popularidad de estos personajes complejos refleja un cambio en las normas de género y las expectativas narrativas. Claire Sisco King, profesora de la Universidad de Vanderbilt, destaca que estos personajes son parte de una evolución más amplia que ha comenzado con series emblemáticas como The Sopranos. La complejidad y la contradicción de estos personajes invitan a los espectadores a identificarse con sus luchas y a empatizar con sus decisiones, incluso cuando son moralmente ambiguas.
En este contexto, los personajes femeninos de las nuevas series están diseñados para resonar con las realidades contemporáneas, abordando temas como la salud mental, la identidad y las dificultades financieras. La autenticidad se convierte en el hilo conductor que une estas narrativas, ofreciendo una representación más fiel de la experiencia humana.
Con The Better Sister liderando las listas de Prime Video, es evidente que esta tendencia de personajes femeninos «desordenados» está aquí para quedarse, y las actrices involucradas están decididas a ser las portavoces de esta nueva ola de narrativas complejas.
