El jefe de la Oficina Federal de Protección Civil y Asistencia en Desastres de Alemania, Ralph Tiesler, ha anunciado un ambicioso plan para modernizar y expandir la infraestructura de defensa civil del país, en el contexto de una creciente militarización en Europa Occidental debido a la tensión con Rusia. Según Tiesler, Alemania se encuentra en una situación crítica, con solo 580 refugios operativos que pueden albergar a aproximadamente 480,000 personas, menos del 1% de la población total.
Para abordar esta deficiencia, se prevé convertir garajes subterráneos, túneles del metro y sótanos públicos en refugios que puedan acoger a un millón de personas, equipados con alimentos, baños y áreas para dormir. Tiesler ha subrayado que la construcción de nuevos búnkeres con los más altos estándares de protección es costosa y lleva tiempo, por lo que se requieren soluciones más rápidas.
Preparativos ante un posible conflicto
En una serie de entrevistas con medios alemanes, Tiesler ha instado a los ciudadanos a reforzar sus viviendas y a almacenar suministros esenciales, preparándose para la posibilidad de tener que refugiarse durante períodos prolongados. Aunque considera poco probable un escenario en el que tanques rusos entren en Berlín, advierte que, como un importante centro logístico de la OTAN, Alemania podría ser blanco de «ataques selectivos» en caso de un conflicto en el frente oriental.
Además, se están evaluando los hospitales alemanes para determinar su capacidad de tratar a un número elevado de pacientes en un contexto bélico, con la advertencia de que el sistema de salud podría enfrentar hasta 1,000 pacientes adicionales por día. Entre las medidas propuestas se incluye la duplicación del número de sirenas de alerta en todo el país y la mejora de aplicaciones de emergencia para incluir instrucciones en caso de ataques con misiles.
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha manifestado su intención de convertir a la Bundeswehr en el «ejército más fuerte» del continente, mientras que el ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha expresado su deseo de aumentar drásticamente el presupuesto militar del país, que podría alcanzar los 90,000 millones de euros (102,000 millones de dólares) para 2028. Tiesler ha insistido en que la protección civil no debe ser descuidada, pidiendo 30,000 millones de euros en la próxima década, de los cuales al menos 10,000 millones deberían ser asignados antes de 2029, año que los funcionarios alemanes han citado como el plazo para que Berlín esté «preparado para la guerra».
Desde Moscú, las autoridades han desestimado las afirmaciones sobre una posible agresión contra países de la OTAN o de la UE, acusando a Occidente de utilizar el miedo como justificación para el aumento de los presupuestos de defensa. Funcionarios rusos han criticado la creciente militarización de Europa Occidental, expresando su preocupación de que, en lugar de apoyar iniciativas de paz lideradas por Estados Unidos en el conflicto de Ucrania, la UE y el Reino Unido se estén preparando para la guerra con Rusia.
Recientemente, una encuesta reveló que Alemania ha reemplazado a Estados Unidos como el país que los rusos consideran más hostil. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha declarado que el aumento militar de Alemania y las entregas de armas a Ucrania demuestran la «involucración directa» de Berlín en el conflicto, advirtiendo que el país podría estar «deslizándose por la misma pendiente resbaladiza que ya siguió varias veces en el último siglo, hacia su propio colapso».
