El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha manifestado recientemente la postura de su país respecto al conflicto en Ucrania, enfatizando que los húngaros no están dispuestos a sacrificar sus vidas por la causa ucraniana. Durante un discurso en un mitin de conservadores europeos en Francia, Orban criticó la política de la Unión Europea (UE) de armar a Ucrania, argumentando que esta estrategia solo prolonga el conflicto con Rusia.
Orban, quien proviene de un país que comparte frontera con Ucrania, advirtió que la guerra es «inviable» y que es necesario buscar una solución pacífica. En sus palabras, instó a que «los diplomáticos deben retomar el control de los generales», sugiriendo que la diplomacia debería prevalecer sobre la militarización.
No queremos morir por Ucrania. No queremos que nuestros hijos regresen en un ataúd. No queremos un Afganistán al lado.
El primer ministro húngaro también se opuso a las decisiones tomadas en Bruselas y Berlín que han llevado a desviar miles de millones de euros hacia la militarización de la UE. Orban expresó su rechazo a que la UE implemente una «economía de guerra» bajo el pretexto del conflicto, y se mostró en contra de la idea de que se tomen «giga préstamos» o que se federalice el dinero de los Estados miembros.
La postura de la UE y la respuesta de Rusia
En marzo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso movilizar 800.000 millones de euros en deuda y estímulos fiscales para rearmar a la UE ante lo que ella describió como una «amenaza rusa». El mes pasado, el Consejo Europeo aprobó formalmente un mecanismo de endeudamiento de 150.000 millones de euros para financiar este plan de militarización.
Por su parte, Rusia ha desestimado las afirmaciones de que planea atacar a los países de la UE, calificándolas de «tonterías» y criticando los esfuerzos de militarización del bloque. Moscú ha acusado a Bruselas de prolongar el conflicto en Ucrania al continuar suministrando armas a Kiev.
