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La CUP sigue a Podemos y se posiciona con el imperialismo en Nicaragua

In Portada
julio 26, 2018

La Candidatura de Unida Popular (CUP), ha seguido los pasos de Podemos, y se ha posicionado en el día de hoy en favor del imperialismo intervencionista en Nicaragua. La CUP lo hace al más puro estilo trotskista, con un discurso de ultra izquierda, pero aliándose al fin y a la postres con el imperialismo.

Esta una forma clásica de actuar todos los partidos trotskistas, muy útiles al capitalismo, que logran que amplios sectores de la izquierda se sitúen de parte del imperialismo, como ya ocurrió en Libia, donde se posicionaron contra Gadaffi, en Siria, donde hicieron lo propio con Bashar al-Ásad, y lo seguirán haciendo.

Según un comunicado hecho público hoy por la CUP, «siempre reivindicando la Revolución Sandinista hoy más que nunca amenazada por el conflicto, no podemos apoyar el gobierno de Ortega y Murillo en la respuesta represiva que está dando a las protestas que sacuden Nicaragua desde hace semanas. Un gobierno que lejos de escuchar las razones de fondo de muchas de las protestas de las clases populares, se enroca y reprime, en lugar de impulsar la organización y movilización popular» asegura la CUP.

«Tenemos muy presentes los intereses geoestratégicos que motivan la injerencia extranjera en el devenir político y democrático del pueblo de Nicaragua: durante los últimos meses hemos constatado como ciertos sectores políticos -también de nuestro país- aprovechaban la difícil situación del país para practicar un intervencionismo que , disfrazado de «voluntad democratizadora», se guía por unos intereses económicos y políticos determinados. Estas injerencias son radicalmente contrarias a los intereses de las clases populares de Nicaragua y de la radicalidad democrática, y no podemos hacer más que denunciarlos por cualquier medio. El conflicto que se vive en Nicaragua se debe solucionar en Nicaragua, a través del diálogo y la paz».

Cada vez que el intervencionismo anglosajón quiere invadir o atacar un país, ya sea directa o indirectamente, la «izquierda» trotskista, desde un discurso aparentemente radical, acaba compartiendo posturas con imperialismo.