Cada vez es mayor el número de empresas en todo el mundo que se ven obligadas a someterse a los concursos de acreedores. Con la llegada del COVID-19, la estabilidad financiera de miles de negocios se ha visto gravemente afectada, y la liquidación de sus activos se encuentra a la orden del día.
SsangYong Motor es una de las empresas que recientemente se han declarado en quiebra y han anunciado su entrada en el concurso de acreedores. El pasado lunes 21 de diciembre, el cuarto mayor fabricante de automóviles de Corea del Sur emitió un comunicado de prensa en el que se destacó su incapacidad para pagar el pago de sus créditos.
Según los datos ofrecidos en el comunicado, la compañía entraría en el concurso de acreedores por una deuda de 54,44 millones de dólares. Una importante suma de dinero que debía ser devuelta con una fecha límite establecida para el 14 de diciembre de 2020.
La COVID-19 acelera la quiebra de pequeñas y grandes empresas
SsangYong Motor es tan solo un ejemplo de los graves efectos económicos que ha traído consigo la pandemia para un importante número de sectores empresariales. Una lamentable situación que ha influido en la estabilidad financiera de la economía española y en la capacidad de liquidez de las pequeñas y medianas empresas.
Ante la incapacidad de realizar el pago de sus deudas, los concursos express se han convertido en uno de los instrumentos más utilizados de la Ley Concursal de España. Se trata de un mecanismo legal que comúnmente termina por cerrar una empresa sin activos. Asimismo, el procedimiento regulado en el artículo 176 significa la extinción inmediata de una sociedad. No existe una liquidación de bienes de la empresa debido a su inexistencia.
De hecho, según el especialista Igor Ochoa, CEO de la consultora Dipcom Corporate, las proyecciones económicas para el 2021 prevén un aumento significativo de los concursos de acreedores. Ochoa afirmó que se espera pasar de una cifra de 4.500 concursos en el 2019, para alcanzar un aproximado de 20.000 casos en España para el 2021.
El sector del turismo y hostelería encabezan la lista de concursos de acreedores en España
En términos generales, España ha sido una de las economías de Europa y el mundo que mayor se ha visto afectada con la llegada del COVID-19. La frágil estabilidad financiera de los últimos años ha sufrido un acelerado declive desde el anuncio del Estado de Emergencia a mediados del mes de marzo del 2020.
Las fatales consecuencias de la crisis sanitaria, junto a las medidas de restricciones sociales, han paralizado uno de los principales motores de la economía ibérica. Cientos de negocios del sector turismo y la hostelería se han ido a la quiebra, y el número de concursos de acreedores se mantiene en crecimiento.
Para muchos empresarios, aprender a como gestionar un concurso de acreedores se ha convertido en una tarea imprescindible en tiempos de crisis. Si todo sale bien, las empresas pueden pagar al menos el 50% de su deuda y retomar exitosamente sus operaciones.
Según datos de la consultora Dipcom Corporate, el 70% de los concursos registrados en el 2020 corresponden al sector de la hostelería. Particularmente, los pequeños y medianos negocios no han tenido la capacidad de contrarrestar los efectos de la primera y segunda ola del COVID-19 en España.
Incluso, las empresas del sector turismo más grandes han sufrido duros golpes y han informado su entrada al concurso de acreedores.
Pullmantur Cruceros se mantiene en concurso de acreedores
Pullmantur es una de las principales empresas de turismo de España que ha visto registradas sus operaciones a raíz de la pandemia. Además, la conocida línea de cruceros anunció hace unos meses su entrada en concurso de acreedores.
Actualmente, la naviera se encuentra en el proceso de culminar el plan de viabilidad que le permitirá recuperar su capacidad de liquidación y retomar sus operaciones. De igual manera, la compañía anunció recientemente el inicio del pago de reembolsos a los pasajeros que no pudieron realizar sus viajes debido a la pandemia.
A pesar del complicado panorama, Pullmantur espera maximizar la recuperación de su negocio y el regreso a sus operaciones. Para ello, será necesario la creación de una valiosa estrategia que dé por culminado su concurso de acreedores.