La importancia del convenio regulador para los hijos de padres separados

In Sociedad
octubre 03, 2024

Cada año se disuelven en España un total de 80 000 matrimonios. A estas estadísticas oficiales del INE hay que sumar aquellas otras parejas formales que deciden poner fin a su relación por cualquier motivo.

De estas parejas, son muchísimas las que probablemente tengan un vínculo indisoluble de por vida: los hijos. Cuidar de ellos y proporcionarles un crecimiento sano y estable, tanto físico como emocional, es una obligación para ambos padres. Y para ello existe un documento que sirve como base para todas las decisiones relativas a los niños: el Convenio regulador.

Qué es el convenio regulador

El convenio regulador es un documento certificado por un juez en el que se detalla todo lo relativo a las responsabilidades que los padres deben ejercer sobre los hijos tras un acuerdo de divorcio o separación.

¿Dónde van a vivir los menores? ¿A quién corresponde la custodia? ¿Quién se hará cargo de «X» gastos? ¿Cómo se reparten los periodos de vacaciones? Todas estas preguntas se resuelven en este documento, que deberá ser estudiado y aprobado por un juez antes de entrar en vigor.

A partir de ahí –y salvo modificaciones autorizadas en sede judicial– ambos padres tendrán que recurrir a este convenio regulador cuando tengan dudas o no sepan quién tiene la razón o la potestad sobre cualquier cosa relacionada con los menores.

Cómo conseguir un convenio regulador

El convenio regulador se puede obtener por dos vías: la del mutuo acuerdo o la vía contenciosa. Por el bien de los niños y de los padres, es interesante que todas las exparejas se esfuercen por firmar un convenio de mutuo acuerdo.

Para ello, bastará con la ayuda de un abogado especializado en Derecho de Familia que actúe como mediador y se encargue de la redacción justa y correcta del mismo.

¿Qué ocurre si uno de los padres no cede en algún punto? En ese caso no queda más remedio que acudir a la vía contenciosa: uno de los progenitores tendrá que demandar al otro y solicitar la mediación de un juez, que escuchará a ambas partes y ordenará una fórmula de custodia adecuada al caso.

La situación especial de los bienes comunes

Más allá de fijar la custodia, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y el uso del domicilio familiar, el convenio regulador puede resultar clave para la distribución de bienes comunes, si el matrimonio o la pareja los tiene.

Aunque no es obligatorio hacerlo en este momento, puede ser interesante incluir este reparto en el convenio, pues agiliza los trámites. Para ello, el primer paso es hacer un inventario de propiedades y deudas y luego establecer claramente quién asume qué parte. Esta división puede ser equitativa o personalizada, y dependerá en primera instancia de la voluntad de los progenitores.

Con todo ello, el juez estudiará o diseñará el convenio regulador y lo dará por aprobado. Desde ese momento, entrará en vigor. Para modificarlo, deberán darse circunstancias especiales como un cambio en la situación de los hijos o en la economía de uno de los padres.

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Periodista vasco cuyas historias han abordado todo lo relacionado con el mundo del marketing y las nuevas tecnologías.