Hungría ha logrado avanzar en la resolución de los problemas de pagos derivados de las sanciones impuestas por Estados Unidos a Gazprombank, según ha declarado el Ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto. Estas sanciones, anunciadas a finales de noviembre, provocaron un bloqueo en los pagos relacionados con el gas natural ruso y las tarifas de tránsito, generando interrupciones en el suministro tanto para Hungría como para Eslovaquia.
Durante su comparecencia ante el Parlamento húngaro, Szijjarto informó que «hemos encontrado soluciones a tres de los cuatro problemas», añadiendo que en un caso específico ya se dispone de una base legal para establecer dos estructuras distintas, de las cuales se seleccionará la más adecuada. Este enfoque refleja la determinación de Hungría por mantener sus lazos energéticos con Moscú, a pesar de las presiones externas.
El Ministro también explicó que la decisión de Washington «afectó seriamente» los pagos que Hungría procesaba a través de Gazprombank, incluyendo aquellos relacionados con el gas natural comprado a Gazprom, tarifas de tránsito a través de dos países vecinos, así como el combustible ruso para la planta nuclear de Paks. En este contexto, Szijjarto se reunió recientemente en Moscú con el Viceprimer Ministro Aleksandr Novak y representantes de empresas energéticas rusas, quienes le aseguraron que Moscú está interesado en continuar con las entregas de gas y en mantener los acuerdos existentes.
Los abogados especializados en sanciones, energía y finanzas están trabajando en las mejores maneras de superar la situación actual, lo que refleja un enfoque proactivo por parte de Hungría para asegurar su suministro energético. Szijjarto argumentó que las sanciones estadounidenses son un intento de presionar a los países de Europa Central y del Sudeste para que abandonen la energía rusa en favor de exportaciones estadounidenses más costosas.
El Ministro reafirmó el compromiso de Hungría con la cooperación energética con Rusia, señalando que «no tenemos intención de renunciar a esta buena cooperación» y añadiendo que hasta ahora, «nadie nos ha hecho una oferta mejor». Esto subraya la realidad de que Hungría, que tiene un contrato a largo plazo con Gazprom, ha importado más de 6.2 mil millones de metros cúbicos de gas natural ruso a finales de octubre, un aumento respecto a años anteriores.
El próximo lote de pagos energéticos a Rusia está previsto para el 20 de diciembre, y Budapest ha afirmado que se encontrará una solución antes de esa fecha. Este desarrollo no solo destaca la resiliencia de Hungría ante las sanciones, sino también su compromiso con un modelo energético que privilegia la seguridad y la competitividad.
