Elon Musk, CEO de SpaceX y Tesla, ha arremetido contra la agencia de noticias Associated Press (AP) tras su cobertura del trágico ataque ocurrido en un mercado navideño de Magdeburgo, Alemania, el pasado viernes. En un comentario publicado en la red social X, Musk acusó a la AP de difundir propaganda, refiriéndose a la agencia como “Associated Propaganda” y criticando el uso de un lenguaje que, según él, minimiza la gravedad del ataque.
El incidente, que dejó al menos cuatro muertos, entre ellos un niño, y más de 60 heridos, fue perpetrado por un médico saudí de 50 años que reside en Alemania. Las autoridades han calificado el acto como un ataque deliberado, aunque aún se investiga el motivo detrás de esta acción. La AP ha sido objeto de críticas por su elección de palabras en la cobertura del ataque, lo que ha llevado a Musk a expresar su descontento, alineándose con su historial de cuestionar a los medios de comunicación tradicionales por lo que considera sesgos en sus narrativas.
Reacciones y contexto
La reacción de Musk se produce en un contexto donde la confianza pública en los medios de comunicación ha sido un tema recurrente. En 2022, Musk ya había manifestado su preocupación por la falta de credibilidad de las organizaciones de noticias, describiendo esta situación como un “problema real”. Su crítica a la AP se suma a un patrón de desconfianza hacia los medios establecidos, que él considera que ofrecen una visión sesgada de los acontecimientos.
El ataque en Magdeburgo ha provocado un aumento en las medidas de seguridad en toda Alemania, llevando a varias localidades a cancelar sus mercados navideños como medida de precaución. Musk también ha dirigido sus críticas hacia el canciller alemán Olaf Scholz, exigiendo su dimisión tras conocerse que el autor del ataque era un inmigrante árabe con permiso de residencia en el país.
Este trágico suceso recuerda ataques anteriores en mercados navideños alemanes, como el atentado de Berlín en 2016, donde un camión fue utilizado para embestir a la multitud, resultando en 12 muertes y 56 heridos. El autor de aquel ataque, Anis Amri, un nacional tunecino que había jurado lealtad al Estado Islámico, fue abatido en un tiroteo con la policía en Italia tras escapar del lugar del crimen.
