El sistema de almacenamiento de energía térmica en acuíferos (ATES, por sus siglas en inglés) se presenta como una solución innovadora en la lucha contra el cambio climático, aprovechando el calor geotérmico como fuente de energía renovable. Este sistema permite almacenar calor en el subsuelo a través de acuíferos, utilizando aguas subterráneas como medio térmico. Posteriormente, el calor almacenado se puede extraer según las necesidades estacionales, optimizando así el calentamiento y enfriamiento de los edificios.
Expansión y desafíos del ATES en Europa y Japón
El uso de esta tecnología está en expansión, especialmente en Europa, y se prevé una introducción generalizada en Japón. No obstante, su implementación requiere un riguroso mantenimiento y supervisión para operar sin contratiempos. Este aspecto se evidenció en un estudio liderado por la profesora Harue Masuda, del Centro de Investigación sobre la Resiliencia Urbana de la Universidad Metropolitana de Osaka, donde se identificó un caso de obstrucción en la tubería de un pozo ATES.
Los investigadores descubrieron que la precipitación de hidróxido de hierro ocurrió tras dejar accidentalmente una ventilación abierta, lo que permitió que el aire ingresara a los pozos geotérmicos a través de las tuberías. Este incidente generó un ambiente rico en oxígeno, facilitando la proliferación de hidróxido de hierro, que condujo a una obstrucción, fuga y la mezcla de aguas subterráneas entre acuíferos a diferentes profundidades. Afortunadamente, la actividad microbiana natural logró deshacer la obstrucción y restaurar el equilibrio del agua subterránea.
La observación de este proceso subraya la importancia de evaluar la calidad del agua antes de poner en funcionamiento el pozo, así como la necesidad de un monitoreo continuo para el uso a largo plazo del sistema ATES. La profesora Masuda enfatizó que «los resultados de esta investigación demuestran que el análisis geoquímico de las aguas subterráneas, que hasta ahora no ha sido enfatizado en el ámbito de la ingeniería, es eficaz y esencial para el uso estable y generalizado del sistema ATES».
Con este enfoque, se busca establecer un método de monitoreo de la calidad del agua como directriz, lo que podría consolidar el sistema ATES como una tecnología viable a largo plazo. Los hallazgos de este estudio han sido publicados en la revista Geothermics, aportando un importante avance en la aplicación de tecnologías sostenibles en la gestión de recursos hídricos y energéticos.
