Tragedia en Majdal Shams: Un misil acaba con la vida de 12 niños drusos durante un partido de fútbol

In Internacional
diciembre 23, 2024

El pasado 27 de julio, a las 18:18, un misil impactó contra el campo de fútbol de Majdal Shams, un pueblo druso situado en los Altos del Golán, que marca la frontera entre Siria e Israel. Este ataque, que no fue reivindicado por ninguna facción, resultó en la trágica muerte de 12 niños, cuyas edades oscilaban entre los 8 y 16 años.

Los niños fallecidos pertenecían a la comunidad drusa, una etnia que ha sido históricamente ignorada en el contexto de los conflictos en Oriente Medio. Layth Abu Sal, un residente del pueblo que perdió a su hijo, su sobrino y dos primos en el ataque, expresó su desconcierto: “No somos gente de guerra. No tenemos armas ni milicias. Tratamos de estar en paz con todas las partes, sean judíos o musulmanes. Por eso seguimos sin entender qué pasó aquella tarde”.

La comunidad drusa y su historia

Majdal Shams es un enclave peculiar en los Altos del Golán, donde la mayoría de sus 13.000 habitantes son drusos, que hablan tanto árabe como hebreo. Esta comunidad, que mezcla elementos del islam, el cristianismo y el judaísmo en su religión, ha vivido en esta región montañosa durante siglos. Sin embargo, el inicio de las hostilidades en los Altos del Golán a mediados del siglo XX dividió a las familias drusas entre el lado israelí y el sirio, creando una separación que perdura hasta hoy.

Desde la firma del armisticio en 1974, la frontera ha estado reforzada por una valla que ha impedido el contacto físico entre los miembros de la misma familia. A pesar de la modernidad y de la disponibilidad de teléfonos móviles, muchos drusos continúan comunicándose a gritos desde ambos lados de la valla, en un lugar conocido como la ‘Colina de los gritos’.

En la zona, existen cuatro pueblos drusos: Majdal Shams, Masadi, Bukata y Ein Kinia, que en total albergan a unas 23.000 personas. La comunidad es conocida por su alto nivel educativo y por su respeto hacia todas las religiones. Layth Abu Sal destaca que, aunque en Majdal Shams solo queda una familia cristiana, mantienen su iglesia en el pueblo como un símbolo de respeto.

El día del ataque, el hijo de Layth, Fajr, de 15 años, estaba jugando al fútbol con sus primos. En un momento de alegría, un misil impactó en el campo, causando una explosión devastadora. “Algunos de los chicos murieron de inmediato”, recuerda Layth, quien llegó al lugar poco después de la explosión. A pesar de los esfuerzos de los adultos presentes, la tragedia ya había ocurrido.

Las investigaciones posteriores revelaron que el proyectil era de Hizbulah, aunque la organización no reivindicó el ataque. La versión oficial que se dio a los residentes fue que el misil voló demasiado bajo para ser interceptado por los sistemas de defensa israelíes. Este hecho ha dejado a la comunidad drusa en un estado de confusión y dolor, ya que se sienten atrapados en un conflicto del que no son parte activa.

El campo de fútbol, ahora convertido en un mausoleo improvisado, alberga fotos y homenajes a los 12 niños caídos. Layth y otros padres han expresado su deseo de que la memoria de sus hijos perdure, y han creado una página web para recordar a los pequeños que perdieron la vida en un ataque que simboliza la irracionalidad de la guerra en la que los drusos, una vez más, son víctimas silenciosas.

“Sí, recibimos una indemnización, pero eso nos da igual. Hemos perdido a nuestro hijo, a nuestros niños. Eso no hay dinero que lo recupere”, afirma Layth, mientras mantiene viva la memoria de su hijo Tajr, un apasionado del Real Madrid que soñaba con visitar el Santiago Bernabéu. La comunidad drusa, unida en su dolor, continúa buscando respuestas y justicia en medio de un conflicto que parece no tener fin.

/ Published posts: 2240

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.