El mercado laboral en Estados Unidos ha experimentado una transformación notable en los últimos años, pasando de un entorno caracterizado por tasas récord de rotación de empleados a uno en el que predominan niveles bajos de contratación y despidos. Este fenómeno, que algunos economistas laborales denominan la «gran permanencia», se ha consolidado tras el tumultuoso periodo de la pandemia, marcando un cambio significativo en la dinámica del empleo.
Transformaciones y causas del mercado laboral
A medida que la economía estadounidense se reabría tras las restricciones impuestas por el Covid-19, las ofertas de empleo alcanzaron niveles históricos, la tasa de desempleo se redujo a cifras no vistas desde finales de la década de 1960 y los salarios se incrementaron a un ritmo vertiginoso, impulsados por la necesidad de las empresas de atraer talento. En este contexto, más de 50 millones de trabajadores decidieron dejar sus empleos en 2022, atraídos por mejores oportunidades laborales.
Sin embargo, el mercado laboral ha comenzado a enfriarse. La tasa de renuncias se sitúa por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, después de alcanzar un pico en 2022. La contratación ha caído a su nivel más bajo desde 2013, excluyendo los primeros días de la pandemia, aunque los despidos siguen siendo bajos en comparación con los estándares históricos.
Este nuevo equilibrio, donde más personas eligen permanecer en sus trabajos y las empresas son reticentes a despedir, se debe en parte a lo que se ha denominado «cicatrices del empleador». Las empresas, que enfrentaron grandes dificultades para contratar y retener personal en años recientes, parecen ahora más dispuestas a mantener a sus empleados. No obstante, la reducción en las ofertas de empleo ha contribuido a que menos trabajadores se sientan seguros para abandonar sus puestos, lo que refleja una falta de confianza en la capacidad de encontrar nuevas oportunidades laborales.
La campaña de la Reserva Federal de EE.UU. entre principios de 2022 y mediados de 2023 para elevar las tasas de interés con el fin de controlar la inflación también ha jugado un papel crucial en esta dinámica. El encarecimiento del crédito ha llevado a las empresas a frenar sus planes de expansión y, por ende, a reducir la contratación. Aunque la Reserva Federal comenzó a recortar las tasas en septiembre, su orientación sugiere que este proceso será más lento de lo esperado.
En resumen, el actual mercado laboral estadounidense presenta un panorama de estabilización, aunque las lecciones aprendidas de los recientes choques continúan influyendo en las decisiones de empleadores y empleados. Para aquellos que buscan empleo, incluidos los recién graduados y los trabajadores insatisfechos, la situación puede resultar complicada, lo que les lleva a considerar la posibilidad de ampliar su búsqueda y adquirir nuevas habilidades.
