La defensa del Fiscal General del Estado en medio de acusaciones políticas
La controversia en torno a Álvaro García Ortiz, Fiscal General del Estado, ha cobrado relevancia en la agenda política española. El Partido Socialista ha presentado la ausencia de mensajes en el teléfono móvil de García Ortiz como evidencia de su inocencia frente a las graves acusaciones que han surgido en los últimos días. El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Bruselas, afirmó que «no hay ningún mensaje que pruebe la acusación tan grave que han hecho medios y partidos. La pregunta es quién va a pedir disculpas». Con estas palabras, Sánchez busca deslegitimar las acusaciones que apuntan a una supuesta filtración de datos personales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
Por su parte, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha reiterado que la inexistencia de pruebas en el móvil del Fiscal General cierra el caso. En declaraciones realizadas en el programa de Susanna Griso, Puente afirmó que «hasta hace dos días se decía que este señor, el fiscal general, poco menos era el que filtró personalmente, sin ningún tipo de prueba, los emails. Y ahora, ¿qué se descubre? Que no hay nada en el correo de este señor y no hay nada en el móvil, pues acabó la historia». Además, el ministro Óscar López ha negado que Moncloa tuviese acceso a la información antes de su publicación, desestimando así las acusaciones de irregularidades en la gestión de los datos.
En medio de esta controversia, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha arremetido contra el Gobierno, acusando a Sánchez de estar «acorralado por la corrupción». Ayuso ha señalado que la Guardia Civil ha certificado que altos cargos del gobierno manejaban documentos de manera ilegal. Esta disputa entre el Gobierno y la oposición refleja una tensión creciente en el panorama político español, donde las acusaciones de corrupción y mala gestión de datos personales se han convertido en un tema candente.
