Las autoridades rusas han confirmado que, por el momento, no se contempla el bloqueo de WhatsApp, uno de los servicios de mensajería más utilizados en el país. Sergey Boyarsky, presidente del Comité de Política de Información de la Duma Estatal, declaró en una entrevista que WhatsApp es el único servicio de Meta que sigue operativo en Rusia sin necesidad de utilizar una VPN, a diferencia de Facebook e Instagram, que fueron bloqueados tras ser designados como una «organización extremista» en 2022.
Boyarsky, citado por la agencia de noticias TASS, enfatizó que las especulaciones sobre un posible bloqueo son solo rumores y que actualmente no hay información adicional al respecto. Sin embargo, el futuro de WhatsApp en Rusia podría estar en riesgo si la empresa matriz, Meta, no cumple con las leyes locales que exigen la localización de los datos personales de los usuarios rusos. Artyom Sheykin, vicepresidente del Consejo para el Desarrollo de la Economía Digital, advirtió que si Meta no toma medidas para cumplir con estas regulaciones, el servicio podría ser bloqueado en 2025.
Requisitos de localización de datos y su impacto
Recientemente, Roskomnadzor, el organismo regulador de las comunicaciones en Rusia, incluyó a WhatsApp en el registro de distribuidores de información. Esta inclusión implica que la plataforma debe conservar registros de las actividades de los usuarios, incluyendo mensajes, llamadas de voz y videollamadas, durante un período de hasta un año. Además, se requiere que WhatsApp proporcione datos sobre las actividades de los usuarios a la Seguridad Federal de Rusia (FSB) y otras agencias gubernamentales autorizadas.
Boyarsky instó a sus colegas a ser cautelosos al comentar sobre el futuro de WhatsApp, sugiriendo que cualquier declaración debe basarse en hechos concretos. La situación actual pone de manifiesto la creciente tensión entre las regulaciones rusas y las políticas de privacidad de las empresas tecnológicas occidentales, lo que podría llevar a un escenario complicado para los usuarios de estas plataformas en el país.
En resumen, aunque WhatsApp sigue siendo accesible en Rusia, su futuro depende de la capacidad de Meta para adaptarse a las exigencias del gobierno ruso en cuanto a la gestión de datos personales. La presión sobre las plataformas de mensajería y redes sociales en el país continúa aumentando, lo que plantea interrogantes sobre la libertad de comunicación y la privacidad de los usuarios en un entorno digital cada vez más controlado.