En la madrugada del miércoles, Rusia llevó a cabo una serie de intensos bombardeos en diversas regiones de Ucrania, según informaron autoridades locales y medios de comunicación. Los ataques, que se centraron en la infraestructura energética del país, han llevado a las autoridades ucranianas a implementar apagones programados para estabilizar la red eléctrica.
Los objetivos de los ataques incluyeron la región de Kharkov, situada en la frontera con Rusia, Dnepropetrovsk en el centro de Ucrania, y partes de la región de Zaporozhye bajo control de Kiev. También se han reportado explosiones en la capital, Kiev, y en varias regiones del oeste del país. La Fuerza Aérea Ucraniana indicó que los bombardeos involucraron misiles de crucero Kalibr, misiles balísticos y drones, aunque no se ha especificado el número exacto de proyectiles utilizados.
Impacto en la infraestructura y la población
El Ministro de Energía de Ucrania, German Galuschenko, declaró que el “enemigo está atacando de nuevo la energía de manera masiva”, y añadió que los operadores de la red eléctrica están tomando las medidas necesarias para minimizar las consecuencias de estos ataques. La empresa estatal de transmisión eléctrica, Ukrenergo, advirtió sobre restricciones en el consumo debido al ataque a gran escala, y se comprometió a publicar un horario detallado más adelante.
Oleg Sinegubov, jefe de la administración regional de Kharkov, afirmó que Rusia realizó al menos siete ataques, lo que provocó varios incendios y daños a la infraestructura civil no residencial. Según reportes de Strana.ua, algunos sectores de Kharkov se han quedado sin calefacción, agua o luz. Por su parte, Sergey Lysak, líder de la región de Dnepropetrovsk, informó que los ataques a la infraestructura energética resultaron en la muerte de una persona y 17 heridos.
Desde hace meses, Rusia ha intensificado sus ataques contra objetivos militares ucranianos, instalaciones industriales de defensa y la infraestructura energética que respalda los esfuerzos militares de Kiev. Estos recientes bombardeos se producen en un contexto de represalias por parte de Ucrania, que ha lanzado misiles de largo alcance fabricados en Occidente hacia el interior de Rusia y ha llevado a cabo ataques con drones en instalaciones de procesamiento de petróleo. Moscú, por su parte, ha reiterado que no tiene como objetivo a la población civil.
La última oleada de ataques se produce tras un asalto con drones por parte de Ucrania en la ciudad rusa de Kazan la semana pasada, donde se atacaron edificios residenciales y una fábrica. En respuesta, el presidente Vladimir Putin advirtió que, independientemente de los intentos de Ucrania por destruir objetivos en Rusia, “enfrentará una destrucción muchas veces mayor en su propio país”.