El presidente ruso, Vladimir Putin, ha autorizado recientemente transacciones relacionadas con las acciones de la compañía estatal de petróleo Rosneft, en un contexto marcado por la confidencialidad debido a las circunstancias económicas y geopolíticas actuales. Así lo afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una rueda de prensa.
Las declaraciones de Peskov surgieron en respuesta a preguntas sobre si el decreto firmado por Putin está vinculado a la posible venta de la participación de BP en Rosneft. A pesar de que la compañía británica anunció en 2022 su intención de desinvertir, todavía mantiene una participación de 14.000 millones de dólares en la empresa estatal rusa.
La semana pasada, Putin firmó un decreto que levanta una prohibición impuesta en 2022 sobre la venta de acciones de Rosneft. Esta resolución permite a las entidades “establecer, modificar, terminar o gravar derechos de propiedad” sobre las acciones de Rosneft y sus subsidiarias, lo que ha llevado a algunos analistas a interpretar esta medida como un posible paso hacia la venta de la participación del 19,75% que BP posee en la compañía.
Contexto de la Decisión
BP había manifestado su intención de salir de sus inversiones en Rusia en febrero de 2022, pero hasta la fecha no ha concretado la venta de sus participaciones en Rosneft ni en sus tres empresas conjuntas con el productor de petróleo. Peskov subrayó que “se trata de cuestiones de desarrollo corporativo que no pueden llevarse a cabo de manera abierta, especialmente dado el desafiante y hostil entorno económico global”.
En agosto de 2022, Putin había emitido un decreto que prohibía las transacciones que involucraran acciones de empresas estratégicas rusas, restringiendo a las firmas de “estados hostiles” la posibilidad de vender sus participaciones en activos financieros y energéticos rusos sin la aprobación del gobierno. Esta medida se implementó para proteger la economía rusa de las presiones externas en medio de las sanciones occidentales.
Los actuales accionistas de Rosneft incluyen al fondo soberano de Qatar, que posee un 18,46%, y a la entidad estatal rusa Rosneftegaz, con un 40,4%. Además, las subsidiarias de Rosneft, RN-NeftCapitalInvest y RN-Capital, controlan el 9,6% y el 0,76%, respectivamente.
El reciente decreto de Putin se produce en un momento en que Rosneft está negociando la venta de sus activos en Alemania, incluyendo la refinería de Schwedt, la cuarta más grande del país, que proporciona el 90% del combustible utilizado en Berlín. En 2022, el gobierno alemán tomó el control de los activos de Rosneft en Alemania y los colocó bajo un régimen de fideicomiso.