El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha afirmado que Kiev y sus aliados occidentales tienen un historial de promesas incumplidas hacia Moscú, las cuales deben ser cumplidas para poner fin al conflicto en Ucrania. En una reciente entrevista, Lavrov reiteró la disposición de Rusia para resolver la crisis a través de negociaciones, pero subrayó que “necesitamos ver propuestas serias y específicas” para lograr un avance significativo.
Lavrov rechazó la idea de que el gobierno ruso imponga condiciones previas para las conversaciones, argumentando que las declaraciones del presidente Vladimir Putin se centran en la necesidad de que se cumplan compromisos previos. Entre estos, mencionó las garantías de que la OTAN no se expandiría en Europa, el acuerdo de reparto de poder de 2014 entre el entonces presidente ucraniano Viktor Yanukovich y los líderes del golpe armado en Kiev, así como los acuerdos de Minsk sobre la reintegración pacífica de Donbass.
Violaciones de derechos y la identidad cultural
El ministro también acusó a Kiev de incumplir sus obligaciones internacionales en cuanto al respeto de los derechos de sus ciudadanos, quienes consideran que la lengua y cultura rusas son parte de su identidad. Lavrov enfatizó que no adoptar políticas discriminatorias es “un mínimo que cualquier miembro normal de la comunidad internacional debe cumplir”.
En sus declaraciones, Lavrov destacó que Ucrania ha declarado la eliminación de todo lo ruso como su principal objetivo, lo que, según él, impide que el país represente a las personas que viven en las regiones rusas que Ucrania reclama como propias. Afirmó que el gobierno ucraniano ha convertido a su país en una herramienta de Occidente, utilizada para “eliminar a un competidor fuerte en la Federación Rusa del escenario internacional”.
Además, Lavrov dejó claro que Moscú no aceptará un alto el fuego que permita a Kiev reagrupar su ejército y renovar intentos de “infligir una derrota estratégica a Rusia por orden de sus amos”. En este sentido, enfatizó que Rusia busca “acuerdos fiables y vinculantes judicialmente, que eliminen las causas fundamentales de este conflicto”, incluyendo la amenaza que representa la OTAN.
Finalmente, el ministro expresó que Rusia no tiene “ilusión” de que la elección de Donald Trump como próximo presidente de Estados Unidos conlleve un cambio radical en la política de Washington. Sin embargo, mencionó que Trump ha manifestado su interés en poner fin a las hostilidades en Ucrania lo antes posible, lo que podría ser beneficioso para todas las partes involucradas.
