Las autoridades finlandesas están investigando la posible implicación de un petrolero ruso en la ruptura de un cable eléctrico submarino que conecta Finlandia y Estonia. Este incidente, que tuvo lugar en el Golfo de Finlandia, se suma a una serie de cortes de cables en la región, lo que ha suscitado preocupación entre los gobiernos de los países afectados.
El petrolero, conocido como Eagle S, fue detenido por las autoridades finlandesas tras el corte del cable Estlink 2, que ha estado en funcionamiento desde 2014 y es fundamental para el suministro de energía entre ambos países. El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha declarado que “las autoridades están en alerta durante las festividades navideñas y están investigando el asunto”. Por su parte, la operadora del cable, Fingrid, ha indicado que se están considerando diversas causas, desde un posible sabotaje hasta fallos técnicos, sin descartar ninguna opción.
Investigación en curso
El Eagle S se ha convertido en el foco de la investigación gubernamental, según un informe del Financial Times, que cita a fuentes anónimas familiarizadas con el caso. Aunque no se han proporcionado más detalles, se ha revelado que el buque también está siendo investigado por la ruptura de tres cables de datos en el Golfo de Finlandia el mes pasado.
Estos cables de fibra óptica conectan Finlandia con Alemania, Lituania y Suecia. En un incidente anterior relacionado con el cable que une Finlandia y Suecia, se confirmó que el daño fue causado por trabajos de construcción. Sin embargo, la atención se centró en un buque chino, el Yi Peng 3, que pasó por la zona alrededor del momento del daño. Este barco fue abordado en aguas internacionales por investigadores chinos, con la presencia de funcionarios suecos, daneses, alemanes y finlandeses como observadores.
Aunque aún no se ha establecido una conexión entre el Yi Peng 3 y los incidentes de los cables, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, afirmó que Berlín debe “asumir, sin información certera, que el daño fue causado por sabotaje”. En un contexto similar, el presidente finlandés, Alexander Stubb, ha manifestado en redes sociales la necesidad de “prevenir los riesgos que representan los barcos pertenecientes a la flota sombra rusa”.
