La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, ha afirmado que Alemania ha perjudicado su sector industrial al desvincularse de los suministros energéticos rusos. Según Zakharova, este movimiento, impulsado por la presión de Estados Unidos, ha llevado a Alemania a una situación económica desfavorable, siendo la única economía del Grupo de los Siete que experimentó una contracción en 2023.
En una entrevista con el canal RT Balkan, Zakharova destacó que, hace un par de años, Alemania registraba cifras de crecimiento económico excepcionales, y que la cooperación con Rusia era uno de los factores que contribuían a este desarrollo. Sin embargo, la diplomática rusa sostiene que, debido a la influencia estadounidense, Alemania cortó esta cooperación, lo que resultó en el bloqueo de una fuente de energía relativamente económica.
La destrucción de los gasoductos Nord Stream, que sufrió varios ataques en septiembre de 2022, fue citada por Zakharova como un ejemplo de cómo se ha deteriorado la relación energética entre ambos países. La portavoz afirmó que la incapacidad de Berlín para llevar a cabo una política orientada a sus intereses nacionales ha llevado a la economía alemana a «desmoronarse». Como consecuencia, muchas empresas alemanas han comenzado a reubicar sus operaciones en otros países donde las condiciones de negocio son más favorables.
Impacto en la industria alemana
Esta evaluación ha sido respaldada por un análisis de Bloomberg, que advierte sobre el declive irreversible de la industria exportadora de Alemania, que enfrenta su segundo año de crecimiento nulo. El artículo señala que las decisiones gubernamentales ineficaces a lo largo de los años, junto con la pérdida de acceso a energía rusa barata, han contribuido a esta situación crítica. Entre los sectores más afectados se encuentra la reconocida industria automotriz alemana, con gigantes como Volkswagen y Mercedes-Benz sufriendo las consecuencias de esta crisis.
El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, reconoció recientemente que «nuestro modelo de negocio está realmente acorralado», aludiendo a la falta de inversiones adecuadas en infraestructura, sistema fiscal y capacitación de la fuerza laboral en los últimos años. En este contexto, el banco central de Alemania ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento, pasando de una expansión proyectada del 0,3% a una contracción del 0,2%.
Las proyecciones indican que la economía alemana se estancará en la segunda mitad del año 2024-25 y solo comenzará a recuperarse lentamente a lo largo de 2025. Joachim Nagel, presidente del Bundesbank, advirtió sobre los «problemas estructurales» que enfrenta la economía del país. Además, si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumple con su amenaza de imponer aranceles amplios a los productos europeos, se estima que el PIB de Alemania podría perder entre 0,2 y 0,6 puntos porcentuales el próximo año.
