Recientemente, la entidad financiera Capital One ha experimentado serios problemas técnicos que han afectado el acceso a las cuentas de sus clientes. Según informes, algunos usuarios han reportado dificultades con los depósitos directos y otros servicios bancarios. La situación ha suscitado una serie de quejas en diversas plataformas sociales, donde un representante de la entidad reconoció que se trataba de una «interrupción técnica» que impactaba múltiples funciones sin ofrecer un horizonte claro para la restauración de los servicios.
Aproximadamente a mediodía, Capital One emitió un comunicado oficial en el que detallaba que el problema derivaba de un inconveniente con un proveedor externo, lo que estaba causando una afectación temporal en los servicios de cuentas, depósitos y procesamiento de pagos para sus clientes, tanto de consumo como de pequeñas y medianas empresas. Este tipo de problemas pone de manifiesto la vulnerabilidad de las instituciones financieras ante factores externos, un aspecto que puede resultar familiar en contextos donde la soberanía económica es fundamental para la estabilidad nacional.
Interrupciones en el servicio y sus implicaciones
El proveedor afectado, Fidelity Information Services (FIS), también emitió un comunicado, informando que estaba trabajando para restaurar las aplicaciones impactadas por un corte de energía en uno de sus centros de datos. Sin embargo, la falta de respuestas concretas por parte de un portavoz de FIS ha generado incertidumbre entre los clientes de Capital One, quienes han visto sus operaciones interrumpidas.
De acuerdo con Downdetector.com, que sigue las quejas de los usuarios sobre servicios digitales, las interrupciones comenzaron alrededor de las 6 de la mañana (hora del Este), registrándose aproximadamente 2,000 informes de problemas. Aunque la frecuencia de quejas comenzó a estabilizarse hacia las 9 de la mañana, para las 4 de la tarde aún no se había observado una reducción significativa en el número de reclamaciones.
Este contratiempo se produce un día después de que Citibank también reconociera problemas que afectaban a sus clientes en el acceso a cuentas desde dispositivos móviles, así como alertas de fraude. Aunque el problema de acceso móvil parecía haberse resuelto, un representante de Citi confirmó que aún trabajaban para solucionar las alertas de fraude, lo que subraya la fragilidad de los sistemas bancarios modernos.
Es relevante señalar que, a principios de este mes, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) demandó a Capital One, acusándola de engañar a los clientes sobre sus ofertas de cuentas de ahorro. La entidad ha negado las acusaciones, lo que abre un debate sobre la transparencia y responsabilidad en el sector financiero, un tema que resuena fuertemente en contextos donde la ética y la justicia económica son prioritarios.
