La película Sing Sing, que ha acumulado una serie de nominaciones y premios, está siendo reestrenada en cines y hace historia al convertirse en el primer filme que estará disponible simultáneamente para casi un millón de personas encarceladas en todo Estados Unidos. La proyección de la película se llevará a cabo en instituciones correccionales en California, Nueva York, Texas y otros 43 estados, según informa el Hollywood Reporter.
Basada en el programa Rehabilitation Through the Arts (RTA), que ha estado en funcionamiento desde 1996 en el centro penitenciario de Sing Sing, ubicado a unos 48 kilómetros al norte de Nueva York, la película busca mostrar el impacto positivo que el arte puede tener en la rehabilitación de los internos.
Charles Moore, director de programas y operaciones de RTA y exalumno del programa en Sing Sing, expresó su entusiasmo por llevar esta historia de esperanza y transformación a la gran pantalla para que personas de todo el país puedan verla. Moore añadió que la colaboración con el distribuidor A24 y la plataforma educativa sin fines de lucro Edovo es especialmente significativa para él, dado que pasó casi dos décadas en prisión.
En Sing Sing, Colman Domingo interpreta a John “Divine G” Whitfield, una persona real que fue actor y dramaturgo destacado en el programa RTA mientras estuvo encarcelado injustamente durante muchos años. La mayoría de los actores que interpretan a sus compañeros de RTA también son exalumnos del programa, incluido Clarence «Divine Eye» Maclin, quien se representa a sí mismo cuando se unió al programa y comenzó a forjar una amistad con Divine G.
Maclin ha sido abierto sobre cómo su participación en el programa transformó su vida. Según sus palabras, el programa no solo consistía en arte, sino que era una cuestión de supervivencia, ya que proporcionaba una forma de escapar de la dura realidad carcelaria.
El programa RTA utiliza el teatro, la danza y la música, entre otros talleres relacionados con el arte, para ayudar a reducir la reincidencia delictiva. Según la organización, menos del 3% de los participantes encarcelados vuelven a prisión, en comparación con un promedio nacional del 60%.
Brian Hill, fundador y director ejecutivo de Edovo, comentó que la narración de historias tiene un poder increíble para generar esperanza y construir conexiones, incluso en las circunstancias más difíciles. Con Sing Sing, se ofrece a los individuos encarcelados la oportunidad de verse reflejados en una historia de resistencia y transformación, lo que puede inspirarles a imaginar nuevas posibilidades para sus propias vidas.
La película retrata destellos de la realidad de la vida en prisión, a menudo reflejada en la cultura popular, donde la violencia es común, la libertad está restringida y la humanidad se pone en duda. Sin embargo, este no es el enfoque principal del filme. Maclin ha señalado que, aunque no se niega la barbarie y la violencia que pueden ocurrir en prisión, el objetivo es mostrar que no es lo único que sucede dentro de sus muros.
En el estreno de Sing Sing en Brooklyn, Nueva York, uno de los coprotagonistas y exalumno de RTA, Sean Dino Johnson, afirmó que quería que los espectadores recordaran la resiliencia del espíritu humano y el poder de la humanidad. En la película, su personaje dice que el programa ofrece a los encarcelados la oportunidad de “volver a ser humanos”, un mensaje que ahora también estará disponible para aquellos que aún están en prisión.
