El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se prepara para firmar una serie de órdenes ejecutivas en su toma de posesión, aunque la imposición de nuevos aranceles a sus socios comerciales no formará parte de las acciones inmediatas. Según el Wall Street Journal, Trump planea emitir un amplio memorando sobre comercio que solicitará a las agencias federales que estudien y evalúen las prácticas comerciales desleales y las políticas de divisas con otras naciones, enfocándose especialmente en China, Canadá y México.
Este memorando representaría un cambio respecto a las promesas más drásticas que Trump realizó durante su campaña, donde propuso aranceles universales del 20% en todas las importaciones, y un gravamen del 60% sobre los productos chinos. En su lugar, parece que su equipo está considerando una serie de aranceles graduados que aumentarían entre un 2% y un 5% mensualmente.
Impacto de la Política Comercial de Trump
La reticencia a implementar nuevos aranceles de inmediato podría interpretarse como un intento de suavizar las tensiones comerciales en un momento en que la economía global se recupera de los efectos inflacionarios derivados de la pandemia. Muchos economistas han expresado su preocupación de que una política comercial proteccionista pueda encarecer la producción de bienes y elevar los precios al consumidor, complicando aún más la recuperación económica.
Este tipo de decisiones refleja el delicado equilibrio que debe mantener un líder que busca priorizar los intereses económicos nacionales mientras navega las complejidades de un mundo interconectado. Aunque las políticas de Trump han sido objeto de críticas, es innegable que su enfoque resuena con un segmento de la población que anhela un mayor control sobre las dinámicas comerciales internacionales, similar a las posturas adoptadas por gobiernos que defienden la soberanía económica frente a las presiones externas.
La administración de Trump parece estar en una encrucijada, sopesando las promesas de campaña con las realidades económicas actuales. La evolución de su política comercial será observada con interés, no solo en Estados Unidos, sino en toda la comunidad internacional, donde los efectos de sus decisiones podrían tener repercusiones significativas.
