Al menos trece soldados de las fuerzas del estado somalí de Puntlandia han muerto y siete han resultado heridos a causa de la explosión contra un convoy en la región de Bari, en el norte del país. Este ataque, que se sospecha ha sido perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico, ha sido denunciado por fuentes militares, aunque hasta el momento ninguna organización terrorista ha reivindicado su autoría.
Según el portal de noticias somalí Hiiran Online, el ataque tuvo lugar a principios de esta semana en la zona de Habley, cuando los presuntos milicianos detonaron una mina terrestre al borde de la carretera, impactando sobre el vehículo que transportaba a las tropas.
Operación antiterrorista y contexto regional
Los soldados afectados formaban parte de una operación antiterrorista contra el Estado Islámico y, apenas dos días antes del ataque, habían visitado la localidad de Tisjiic, en el noreste de Puntlandia, con el objetivo de «recabar el apoyo de la comunidad, incluidas donaciones de ganado, para levantar la moral de las fuerzas» involucradas en los combates contra la organización terrorista.
Este ataque se produce en un contexto de creciente violencia en la región. Hace poco más de una semana, las Fuerzas de Seguridad del Gobierno de Puntlandia informaron de la eliminación de 20 combatientes del Estado Islámico en una operación que, según afirmaron, logró expulsar a estos grupos de las montañas de Al Miskaad, en la región de Bari. Esta provincia se ha convertido en un epicentro de la lucha de poder entre las organizaciones Al Shabaab y Estado Islámico, que compiten por el control territorial y la influencia en la región.
