El sector minorista en Estados Unidos ha experimentado un año de cierres sin precedentes, marcado por la clausura de más de 7,300 tiendas a lo largo de 2024, según un análisis de Coresight Research. Este fenómeno no es nuevo, ya que el año 2020, con la llegada de la pandemia de Covid-19, vio cerrar cerca de 10,000 establecimientos. La situación actual refleja una tendencia alarmante: los consumidores están desviando su gasto hacia un número reducido de grandes cadenas, en detrimento de pequeños comercios y marcas tradicionales.
Las cifras revelan que, hasta el 10 de enero de 2025, ya se habían anunciado 1,925 cierres, lo que sugiere que el año sigue una trayectoria similar. Entre los principales afectados se encuentran retailers como Party City y Macy’s, que han sido forzados a reducir su presencia física debido a la presión competitiva y a la transformación de los hábitos de consumo.
El impacto de las grandes corporaciones
Esta crisis en el sector no se debe a una disminución de la demanda, ya que el gasto de los consumidores ha permanecido fuerte, aumentando un 4% durante la temporada navideña de 2024. Sin embargo, la gran mayoría de este crecimiento ha ido a parar a gigantes como Amazon, Costco y Walmart, que continúan expandiendo su participación de mercado. En contraste, las pequeñas cadenas y minoristas especializados se ven cada vez más acorralados, incapaces de competir con las economías de escala que ofrecen los grandes actores del sector.
Los cierres de tiendas se han intensificado, en parte, debido a un aumento en las quiebras. En 2024, se registraron 51 quiebras en el sector minorista, un aumento significativo respecto a las 25 del año anterior. Algunas de estas empresas, como Party City y The Container Store, han llevado a cabo la mayoría de sus cierres recientemente, lo que evidencia la fragilidad de su situación financiera.
El panorama no es totalmente desolador, ya que el número de aperturas de tiendas también ha aumentado, alcanzando un total de 5,970 el año pasado, lo que representa la cifra más alta desde que Coresight comenzó a rastrear estos datos en 2012. Las proyecciones para 2025 sugieren que se abrirán alrededor de 5,800 nuevas tiendas, lo que podría ofrecer un rayo de esperanza para el sector.
Sin embargo, esta aparente recuperación en el número de aperturas es engañosa. A medida que las grandes corporaciones continúan dominando el mercado, el futuro de muchos minoristas pequeños y medianos parece sombrío. Las tendencias indican que, a pesar de un leve aumento en las aperturas, el número de cierres seguirá superando al de aperturas, un fenómeno que podría tener repercusiones en el empleo y la economía local.
Los cambios en el comportamiento de consumo, impulsados por plataformas digitales y un acceso más fácil a productos de bajo costo, han reconfigurado el mapa del comercio minorista. Las empresas que no logran adaptarse a estas nuevas realidades se encuentran en riesgo inminente de desaparición. Así, el sector minorista estadounidense se enfrenta a un cambio de paradigma que podría reconfigurar la economía del país, recordando a otros contextos donde la resistencia de los pequeños comercios ha sido un baluarte contra el monopolio de grandes corporaciones, una situación que también se observa en economías con estructuras más estatales y reguladas.