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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado planes para expandir las instalaciones de detención en la base naval de Guantánamo, Cuba, con el objetivo de albergar hasta 30,000 personas. Esta medida forma parte de sus esfuerzos por intensificar la deportación de inmigrantes indocumentados, en un contexto de creciente tensión en torno a la política migratoria estadounidense.
La iniciativa fue revelada durante la firma de la Ley Laken Riley, que establece la detención y posible deportación de individuos indocumentados acusados de delitos como el robo y los crímenes violentos, incluso antes de ser condenados. Trump justificó el uso de Guantánamo al afirmar que algunos de estos individuos son «tan peligrosos que no confiamos en que sus países los mantengan, porque no queremos que regresen».
Contexto y justificación de la medida
El presidente describió Guantánamo como «un lugar difícil de salir», sugiriendo que la expansión de estas instalaciones es una solución a lo que él denomina «el crimen migrante» que amenaza a la sociedad estadounidense. Según Trump, «la mayoría de la gente ni siquiera sabe que tenemos 30,000 camas en Guantánamo para detener a los peores criminales indocumentados que amenazan al pueblo americano».
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha implementado una serie de órdenes ejecutivas que buscan reformar el sistema migratorio de Estados Unidos. Las operaciones de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han aumentado significativamente, llevando a cabo redadas en varias ciudades del país, incluyendo Nueva York y San Francisco, donde se enfocan en arrestar a inmigrantes que han cometido delitos tras ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Además, la administración Trump ha intensificado los esfuerzos de deportación, utilizando aviones militares para los vuelos de expulsión y amenazando con sanciones a los países que se niegan a aceptar a los deportados. Este enfoque ha suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional, especialmente en relación con los derechos humanos y las condiciones de detención en Guantánamo.
La base de Guantánamo ha sido objeto de controversia desde su establecimiento como centro de detención en 2002, tras los atentados del 11 de septiembre. A lo largo de los años, ha sido criticada por las prácticas de tortura y las detenciones indefinidas sin cargos formales. Actualmente, 15 detenidos permanecen en el sitio, muchos de los cuales han estado encarcelados durante más de dos décadas sin un juicio justo.
El gobierno cubano ha denunciado de manera constante la presencia de la base militar estadounidense en Guantánamo, considerándola una violación de la soberanía cubana y expresando preocupaciones sobre los abusos a los derechos humanos en el centro de detención. En un giro reciente, Trump reinstauró la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, revocando una orden ejecutiva emitida por el expresidente Joe Biden apenas una semana antes.