A lo largo de nuestra vida, es seguro que alguna vez nos hará falta contactar con un abogado. Las ramas del derecho con muy diversas, y abarcan desde asuntos civiles hasta casos muy delicados de índole penal, pasando por los económicos. Por eso, puede que te preguntes si existe alguna fórmula que te ayude a tomar una buena decisión, sea que necesites un abogado ahora o quieras tener cubierta esta necesidad por si en el futuro te hace falta.
Aunque es evidente que cada caso tiene sus particularidades, sí que se puede hablar de una serie de detalles que te pueden servir como guía a la hora de elegir abogados en Madrid con los que gestionar tu caso de la mejor manera posible. Sea de la naturaleza que sea.
Lo primero, confianza
Es evidente que necesitas establecer una relación de confianza con el abogado que va a atenderte. Al fin y al cabo, compartirás información confidencial que en algunos casos puede ser muy sensible. Si no te fías de la persona que tienes enfrente, está claro que no podrás hacerlo. Y lo mismo se puede decir a la inversa, ya que un abogado que no confía en que su cliente le está diciendo la verdad o que piensa que puede estar ocultando datos, no puede hacer bien su trabajo.
La confianza es por tanto el factor más determinante a la hora de decidir. Aunque también es el más difícil de evaluar, ya que no es algo que se pueda medir de alguna forma. Lo único que se puede hacer es consultar con alguien de nuestro entorno que nos pueda decir si ha tratado con un abogado previamente. Lo que nos lleva a un segundo factor.
Recomendaciones y opiniones
Lo habitual es que si alguien nos recomienda a un abogado, lo tengamos muy presente cuando nos hace falta. En caso de que nadie cercano nos pueda ayudar, hoy contamos con un recurso bastante interesante. Internet se ha convertido en un medio de consulta al que se puede recurrir cuando necesitamos un profesional, lo que incluye también a un abogado.
Aunque está claro que debemos seleccionar muy bien los medios donde nos informamos, hay páginas y foros especializados en los que podemos ver lo que opinan aquellos que han utilizado sus servicios. Cuanto más numerosas sean las opiniones positivas acerca de un bufete, más probabilidades hay de que sea el que más nos pueda interesar. Aunque también hay que buscar opiniones bien fundadas, que aporten información de valor, tanto a favor como en contra de contratar a ese abogado en concreto.
La experiencia
El grado de especialización y los años que lleve el abogado trabajando siempre son elementos que debemos evaluar. Está claro que si necesitas un abogado penalista en Madrid te hace falta alguien que se haya encargado de casos similares en el pasado, y que pueda aportar ese punto que dan los años para afrontarlo con garantías. Está claro que si tienes que elegir entre varias opciones que generan el mismo grado de confianza, lo normal es que la balanza se decante por quien lleva más años encargándose de temas relacionados con la rama del derecho que necesitas.
Un abogado con experiencia puede orientarte acerca de cuáles son los pasos adecuados para tratar el asunto que te ocupa. También es importante buscar a uno que se mantenga al día con las novedades en la rama del derecho a la que se dedica. Así, además de usar sus recursos, podrá actuar de tal manera que se ajuste siempre a las características del caso.
La localización
Aunque no es un factor del todo determinante, es evidente que la ubicación del bufete también es algo a tener en cuenta. Por mucho que nos lo recomienden, si buscas abogados alcoholemia en Madrid no es buena idea viajar cientos de kilómetros para trabajar con uno. Ni tener que hacer que él se desplace esa distancia para atendernos. No es necesario tener al abogado justo debajo de casa, pero cuanto más cerca esté, siempre que se ajuste a los criterios de los que hemos hablado antes, será mucho más cómodo si nos hace falta consultar algo en persona o cuando tengamos que realizar algún tipo de trámite que lo requiera.
El coste de los servicios
Puede que algunos se fijen primero en este factor cuando buscan abogado. Hasta es posible que lo consideren más relevante que la propia confianza. Aunque hay algo muy importante cuando hablamos de precios, y es que aún sin tener que elegir el servicio más caro por ser el mejor, hay que ser conscientes de que el trabajo de un abogado tiene un coste. Proporcional al trabajo y la dedicación que se requiera en cada caso, así como a los resultados que se esperan lograr.
Más que mirar cuál será el total de la factura, lo ideal es encontrar un abogado que ofrezca facilidades para hacer los pagos. Así se puede obtener el servicio profesional que hace falta siempre sin tener que sacrificar tu economía.
En conclusión
El orden en el que se han puesto estos factores es en cierto sentido el de la importancia que se debe dar a cada uno. Aún así, a la hora de elegir un buen abogado no son los únicos, ni tampoco tienen porqué ser todos ellos los que estén presentes. También puede que le des una mayor importancia a alguno y los pongas en un orden distinto. Tal vez prefieras desplazarte más lejos si encuentras un especialista en el caso que te ocupa, o que decidas que el precio es lo más importante, aunque suponga sacrificar algún otro factor. Depende en gran medida de cuál sea tu situación, de si ya has tenido experiencias en el pasado con otros abogados o de si alguien de tu entorno lo ha hecho. De todos modos, es fundamental tener muy claro con quién vas a trabajar antes de dar un primer paso, ya que no es buena idea cambiar de abogado en medio de un proceso, sea de la naturaleza que sea.