La reciente propuesta del presidente estadounidense Donald Trump para asumir el control de Gaza ha generado una fuerte reacción internacional, especialmente por parte de Arabia Saudita, que ha reafirmado su compromiso con la creación de un estado palestino. La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores saudita subraya su rechazo a cualquier intento de desplazar a los palestinos de su tierra, enfatizando que la paz permanente en la región solo puede lograrse mediante el reconocimiento de los derechos legítimos del pueblo palestino.
Trump, en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, sugirió que Estados Unidos podría tomar el control de Gaza, limpiar las ruinas de los edificios dañados y transformar la franja en lo que describió como la «Riviera del Medio Oriente». Además, reiteró su postura de que los palestinos deberían ser reubicados permanentemente fuera de Gaza. Aunque el comunicado saudita no menciona directamente estas afirmaciones, su contenido parece ser una respuesta clara a la propuesta del presidente estadounidense.
Reacción Saudita y el Contexto Regional
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita ha declarado su «rechazo inequívoco» a cualquier violación de los derechos legítimos del pueblo palestino, ya sea a través de políticas de asentamiento israelíes, la anexión de tierras palestinas o intentos de desplazamiento. La declaración subraya que la paz duradera no puede alcanzarse sin que los palestinos obtengan sus derechos a la autodeterminación y a un estado propio, instando a más «países amantes de la paz» a reconocer el Estado de Palestina basado en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como su capital.
Riyadh ha dejado claro que no establecerá relaciones diplomáticas con Israel a menos que se cumpla esta condición fundamental, insistiendo en que su postura hacia los palestinos es «no negociable». Netanyahu, por su parte, ha elogiado la propuesta de Trump, considerándola una forma de pensar «fuera de la caja». Sin embargo, la idea de reubicar a la población de Gaza, que asciende a aproximadamente dos millones de personas, ha suscitado críticas generalizadas en el mundo árabe y más allá, siendo calificada por organizaciones de derechos humanos como una forma de limpieza étnica.
El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, ha respondido a la propuesta de Trump sugiriendo que, en lugar de ser reubicados en otros países, los palestinos de Gaza deberían poder reclamar sus hogares originales en lo que hoy es Israel. «Para aquellos que quieren enviar a los gazatíes a un lugar ‘bonito’, que les permitan regresar a sus hogares originales dentro de Israel», afirmó Mansour, subrayando que hay «lugares agradables» a los que podrían volver.
La situación en Gaza es crítica. Según datos del Ministerio de Salud de Gaza, alrededor de 47,500 palestinos han muerto y más de 111,500 han resultado heridos durante los 15 meses de ataques israelíes. La ONU estima que el 90% de la población de Gaza ha sido desplazada por el conflicto. La operación militar de Israel en Gaza se lanzó tras un ataque de Hamas que resultó en la muerte de aproximadamente 1,200 personas y la toma de 250 rehenes. Actualmente, existe un alto el fuego mediado por Estados Unidos, aunque las tensiones siguen latentes con 79 rehenes aún en Gaza, de los cuales 35 se presume que están muertos.