Esta sensación de picor suele ir acompañada de flujo blanco maloliente y quemazón persistente, pudiendo causar preocupación y vergüenza a quien la padece. Estas molestias que suelen ser muy comunes hay que tenerlas en cuenta, ya que obviarlas puede desencadenar en problemas mayores.
Ante la primera aparición de los síntomas, se debe consultar con un especialista. Hablemos de las causas que la originan, de los tratamientos que se emplean hasta ahora y de sus resultados en cada caso.
Causas del picor vaginal
Como ya dijimos, las causas más comunes del picor o escozor vaginal son debido a una infección, alguna reacción alérgica o una enfermedad ginecológica. Cuando el picor vaginal es interno, es causado por alguna infección por hongo o bacteria y los síntomas se manifiestan acompañados de flujo vaginal e inflamación. Entre las más comunes se encuentran las siguientes:
Candidiasis vaginal:
Es una infección vaginal causada por la Candida albicans. Este hongo existe naturalmente en nuestra flora biológica, por lo que al menos tres o cuatro mujeres experimentan algún episodio de este tipo. La candidiasis provoca inflación en la vagina y la vulva, caracterizada por un enrojecimiento local, prurito y flujo de mal olor.
Tratamiento:
Uno de los tratamientos más usados para esta infección consiste en la utilización de medicamentos antifúngicos del tipo Clotrimazol, o Ketoconazol. Aunque puede aliviar el picor en menos tiempo, se pierde su efectividad al dejar de usarlo, presentándose nuevamente los síntomas.
Vaginosis bacteriana:
Esta infección de tipo bacteriana se presenta cuando se pierde el equilibrio de los diferentes tipos de bacterias saludables presentes en la vagina, causando su proliferación. Los desodorantes vaginales y otros productos irritantes pueden modificar el pH vaginal interfiriendo en los niveles de las bacterias originando una infección.
La vaginosis bacteriana, causa flujo vaginal con un fuerte olor a pescado, picazón o ardor al orinar.
Tratamiento:
Suele curarse con facilidad, con el uso de antibióticos de tipo oral o en gel aplicados en la vagina. Este tratamiento puede eliminar los patógenos en el interior de la vagina, pero no restablece su estado natural, provocando nuevamente el desarrollo de la infección.
Vulvovaginitis:
Es una infección o irritación de la vulva, la vagina o ambas. Aunque se producen en niñas y mujeres de todas las edades, suele ser común en niñas antes de la pubertad. Se puede producir por falta de higiene, por el uso de jabones con un alto pH, por bacterias, hongos y parásitos o por el uso de anticonceptivos.
Entre sus síntomas se encuentran la inflamación o enrojecimiento de la piel, picor vaginal, flujo vaginal, mal olor, molestias o ardor al orinar.
Tratamiento:
Las infecciones que producen Vulvovaginitis se pueden tratar con antibióticos orales o cremas con antibióticos para aplicar en la zona afectada y si es producida por una reacción alérgica se recomienda administrar un antihistamínico para combatir el picor producido. Por lo general este tipo de tratamiento tampoco es eficaz, por no atacar el problema de fondo, remitiendo con la suspensión del mismo los síntomas.
Prurito vulvar:
Es una sensación desagradable que lleva a quien la padece a rascarse la zona afectada y por lo general es causada por alguna infección o enfermedad ginecológica. Este síntoma también puede presentarse debido a infecciones urinarias o lesiones en la región ano rectal de la mujer.
Se puede presentar de forma no permanente, pero también de forma repentina e intermitente. La intensidad puede ir desde un simple picazón hasta una molestia insoportable, que puede incluso afectar el sueño de la mujer afectada.
Tratamiento:
Se suele recetar para su tratamiento óvulos, cremas con corticoides, antiparasitarios de tipo oral o en óvulos, antibióticos, antihistamínicos y sedantes. En este caso, suele ocurrir lo mismo que los tratamientos anteriores, hay un alivio temporal mientras se usan los medicamentos, pero al dejarlos pierden su efectividad.
Otros tratamientos (Los Probióticos vaginales u orales):
Los probióticos vaginales son uno de los tratamientos más usados a fin de restablecer el estado natural y equilibrio de la vagina. Pero son frecuentes las recaídas.
La verdadera causa de la mayoría de las infecciones vaginales
Muchas de las infecciones que vuelven a aparecer tiene como epicentro el ano (intestino), haciendo recurrente la recaída en la mayoría de los casos. Entre el ano de la mujer y su vagina hay una mínima distancia, esa es la causa del problema.
Para erradicar por completo este problema hay que atacar desde dos frentes la infección. El primer tratamiento sinérgico para las infecciones vaginales que actúa doblemente sobre el problema (vagina e intestino) es Actifemme DÚO. Este novedoso tratamiento es el único en el mercado español que trata el escozor vaginal, la vulvovaginitis y cualquier otra infección vaginal que sean recurrentes.
Ventajas de usar Actifemme DÚO
Este efectivo tratamiento supera con creces a cualquier otro en el mercado y entre sus ventajas destacan las siguientes:
- Está indicado en todos los casos de alteración temporal del equilibrio de la microbiótica urinaria y vaginal.
- Contribuye a la recuperación de las condiciones vaginales, contrarrestando el desarrollo de microorganismos patógenos causantes de vaginosis y vaginitis.
- Es un complemento alimenticio que ayuda a mantener el equilibrio natural de tu organismo contribuyendo al mantenimiento de las mucosas.
- El efecto de este medicamento es inmediato, reduciendo la carga bacteriana o fúngica que produce el daño en la vagina.
- Su efecto bacteriano dura hasta después de 90 días de la última cápsula, tiempo suficiente para haber desaparecido toda infección bacteriana o fúngica que exista en la vagina.
- No existe incompatibilidad de uso con otros medicamentos orales para infecciones vaginales.
- Si se te olvida tomar el tratamiento un día, no se pierde el efecto del mismo, solo debes prolongar un día más la ingesta.
- Está compuesta por vitamina B2, la cual contribuye al fortalecimiento de la mucosa vaginal.
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