La música en la era digital, ¿hacia dónde avanza la industria?

In Sociedad
diciembre 10, 2019

Durante el primer semestre de 2019, las unidades de discos de vinilo vendidas en Estados Unidos subieron un 6% y el total de facturación por este concepto se incrementó casi en un 13% con respecto al mismo periodo del año anterior.

El formato de los discos compactos, los CD, permaneció estable y donde sí que se vio un importante crecimiento fue en el consumo de música a través de servicios de streaming, algo que responde a una cuestión lógica. Al ser un servicio más cómodo, más barato y con más posibilidades, el margen de crecimiento es mayor, pues tiene más mercado potencial.

Los datos, aportados por la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA, por su acrónimo en inglés), muestra que a pesar del avance de las nuevas tecnologías, los humanos nos resistimos a abandonar determinados formatos físicos.

El resurgir del vinilo y otros formatos físicos

Según los investigadores Ozgun Atasoy y Carey Morewedge, de las universidades de Basilea y Boston respectivamente, la explicación de este resurgir de los formatos físicos guarda relación con la idea que desarrolla el ser humano sobre la posesión de algo no material.

A los humanos nos resulta complicado imaginar que poseemos algo que no podemos tocar. Michael Palm, de la Universidad de Carolina del Norte, expone que, más que el hecho de poder tocar aquello que compramos, otro factor influyente puede ser la reputación alrededor de la empresa que comercializa el objeto.

Muchos grupos y bandas actuales han comprendido este fenómeno, de modo que en el lanzamiento de sus trabajos en formato físico, la idea que buscan es satisfacer no las necesidades musicales de sus fans, sino el coleccionismo. Sin entrar a si un vinilo ofrece mejor audio que una reproducción en streaming, el vinilo puede ser conservado como un objeto de coleccionista, y utilizarlo únicamente en ocasiones especiales, mientras que el streaming es el modo más cómodo de escuchar música.

El vinilo y el CD como refugio de las redes sociales y la era digital

Para muchas personas, una revista o un periódico es una alternativa necesaria a pasar tiempo en redes sociales. Con la música ocurre algo similar, escuchar un vinilo permite alejarse durante un buen rato de Spotify, Apple Music, Amazon Prime Music o Youtube.

Si bien la era digital ha traído consigo un crecimiento exponencial de los servicios de streaming y las plataformas musicales en internet, la regresión hacia formatos digitales se contempla cada vez con más atención en la industria musical.

Preservar la creación y distribución de contenidos independientes en un mundo de entretenimiento digital en el que cada vez hay más concentración y corporación obliga al desarrollo de herramientas también digitales como son los sistemas de crowdfunding, que permiten a los artistas lanzar, no con pocas dificultades, sus proyectos musicales sin depender de grandes compañías.

Conciertos y giras, el principal maná para los artistas musicales

A pesar de que la era digital, con las plataformas de streaming como grandes protagonistas, ha revolucionado la industria musical, todavía hoy en día la mayor parte de los ingresos para los artistas provienen de las giras, el merchandising, la concesión de licencias para televisión, películas o videojuegos y los negocios paralelos.

El streaming se considera, con frecuencia, como el futuro de la música y puede proporcionar a los artistas una buena fuente de ingresos, pero no es tan lucrativo como otras fuentes. Por otra parte, en esta revolución digital de la industria musical, hay que prestar también atención a las plataformas y webs para Comprar y vende entradas para conciertos.

Un ejemplo claro de esto que comentamos es U2, que durante el año 2017 ingresó un total de 54,4 millones de dólares, convirtiéndose en el grupo mejor pagado del año según el informe anual de Billboard Money Makers. De sus ganancias totales, cerca del 95% provenían de giras, mientras que menos del 4% procedían del streaming y las ventas de álbumes.

Garth Brooks y Metallica son otros dos claros ejemplos de este fenómeno, con el 89% y el 71% de sus ingresos procedentes de giras. La realidad muestra, por tanto, que los ingresos por streaming han aumentado, pero todavía no son suficientes por sí solos para apoyar financieramente una carrera longeva.

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Escritor profesional, autor de novela, cuentos y relatos, algunos premiados. Columnista en diversos medios. Creador de contenidos, redactor y copywriter.