Rusia ha concedido siete días a dos diplomáticos alemanes para que abandonen el país en represalia por la expulsión de dos de sus diplomáticos la semana pasada. El asesinato de Zelimkhan Kangoshvili, antiguo comandante checheno, en las calles de Berlín en agosto, cuando se dirigía a una mezquita. Las autoridades alemanas acusan a Moscú de negarse a cooperar en la investigación, ya que sospechan que hay personas rusas o chechenas involucradas en el crimen.
El Kremlin dice que la decisión es una respuesta diplomática normal y espera que las relaciones germano-rusas no se deterioren aún más en un momento en que los lazos económicos se están profundizando. «Esto era inevitable después de que dos de nuestros diplomáticos fueran expulsados. Consideramos que la decisión de Berlín es totalmente infundada», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por Reuters. «Deseamos que esto no se convierta en un factor negativo en el desarrollo y la expansión de nuestro diálogo constructivo», continuó.
El Kremlin se negó a participar y dijo que estaba dispuesto a cooperar, pero no lo hizo retrasando las peticiones alemanas según asegura Alemania. El presidente ruso, Vladimir Putin, incluso describió al comandante checheno como «cruel» y «sanguinario». «En sólo uno de los ataques en los que participó mató a 98 personas. Fue uno de los organizadores de los ataques al metro de Moscú», dijo Putin esta semana.
Zelimkhan Kangoshvili era comandante de la guerrilla terrorista chechena, que buscó refugio en Alemania. Luchó junto al Comandante Shamil Basaiev y Aslan Maskhadov, que se convirtió en Presidente de la República independiente de Chechenia en 1997 (sin reconocimiento internacional), entre la primera y la segunda guerra chechena.
Ante la negativa rusa, Berlín decidió expulsar a dos diplomáticos rusos a modo de advertencia, en un momento en que los lazos económicos entre Alemania y Rusia están dando nuevos pasos con la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que unirá a los dos países, a pesar de la oposición de Estados Unidos. Washington teme perder influencia sobre Europa si existe una alternativa al suministro energético controlado por la Casa Blanca.
El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán ha calificado de lamentable la expulsión de sus diplomáticos. «Envía un mensaje equivocado y es injustificado», dijo en un comunicado.
No es la primera vez que los Estados miembros de la UE y sus aliados se enfrentan diplomáticamente con Rusia expulsando diplomáticos. En los meses siguientes al envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en Salisbury, en el Reino Unido, 16 países de la UE y otros cinco Estados, entre ellos los Estados Unidos, expulsaron a más de 130 diplomáticos rusos, y Moscú respondió de la misma manera.
