Consejos para duchar a una persona con movilidad reducida

In Sociedad
septiembre 07, 2020

Sólo las personas que cuidan de otras personas mayores con movilidad reducida saben de las dificultades que hay que superar para realizar el aseo diario. Lo que para cualquiera que esté en sus plenas facultades pasa desapercibido se convierte en todo un reto para alguien que necesite un andador o una silla de ruedas, por ejemplo.

Consejos para duchar a una persona con movilidad reducida. La elección de la silla para la ducha es fundamental. Hay que saber elegir bien esta silla para la ducha, dentro del abanico de los diferentes tipos que existen.

En Internet hay páginas como ortopedia.top que facilitan una amplia información útil acerca del mejor tipo de silla de ducha para cada caso, pues cada persona es un mundo distinto de necesidades y de circunstancias.

Las mejores sillas de ducha

En estas páginas se pueden encontrar tablas comparativas en precios y calidades, así como las distintas prestaciones que ofrece cada modelo de silla para la ducha para una persona con la movilidad reducida.

Destacan seis tipos diferentes de sillas de ducha; el taburete de altura regulable para la ducha o el baño; la banqueta plegable; la silla de ducha con abrazaderas antideslizantes con una altura máxima regulable en seis posiciones; la silla de ruedas con inodoro incorporado; la silla wc con ruedas “clean”, que es lo último en diseño en lo que a sillas para aseo se refiere; y, por último, la silla giratoria en 360 grados, para una bañera., pues en muchas casas no existe la ducha, sino tan sólo una bañera.

Qué dice la OCU

Es muy recomendable seguir los consejos de la ocu a la hora de elegir una silla para la ducha y el aseo personal de alguien que tenga su movilidad reducida. Hay que tener en cuenta que para las personas con problemas de movilidad cualquier tarea cotidiana, como una simple ducha, se puede transformar en un reto muy peligroso. Cualquier caída puede tener unas consecuencias muy graves, incluso fatales. Poe eso, las sillas y los taburetes para la ducha son fundamentales para asegurarse la estabilidad de los ancianos y las personas discapacitadas o de alguna manera impedidas en su plena capacidad de movimientos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) dice claramente en su publicación oficial: si eres mayor, adapta tu casa.

Recomienda doce medidas fundamentales para conseguir que una persona con dificultades pueda desarrollar una vida cómoda, segura y fácil en su domicilio, especialmente en estancias como el baño, la cocina, los dormitorios o los pasillos. Esto puede suponer un gasto importante, pero siempre será una inversión en la seguridad personal.

Adaptar el baño

Uno de los consejos principales que tanto la OCU como cualquier otra organización especializada en el cuidado de personas mayores o necesitadas de ayuda para su aseo personal es adaptar el cuatro de baño.

Dentro del baño, eliminar la bañera y poner un plato de ducha amplio y con suelo antideslizante es lo fundamental. Muchos accidentes (y muchos de ellos, mortales) se evitarían considerablemente si el cuarto de baño lo tuvieran adaptado.

La adaptación del cuarto de baño no se limita a su estructura arquitectónica y de sanitarios. También hay que contar con los elementos auxiliares, como lo son las sillas de ruedas, sillas adaptadas para la ducha y taburetes para la estabilidad y seguridad de la persona.

La vida, más fácil

Además, es muy recomendable eliminar todo lo que no sea estrictamente necesario para la vida diaria. Hay que ser prácticos y despejar los espacios, sobre todo pensando en aquellas personas que utilizan una silla de ruedas en el interior del domicilio.

Hay que quitar alfombras para evitar los tropiezos los traspiés; procurar el no tener que subir y bajar escaleras (para los casos en que la vivienda tenga dos o más plantas); procurar que al menos un baño, un dormitorio y la cocina se encuentren en la misma planta…

Hay que hacer que todos los desniveles interiores, en caso de haberlos, estén bien iluminados y señalizados; que las puertas y los pasillos sean amplios y no tengan obstáculos (que tengan un mínimo de noventa centímetros de anchura); que las puertas sean correderas, en la medida de lo posible; que las puertas de cristal, en caso de haberlas están señalizadas; que los picaportes sean del tipo manillas; que no haya cables de por medio…

Evitar los calefactores o radiadores portátiles, las esquinas, los estantes superiores y otros detalles harán la vida m´-as fácil a las personas mayores o con necesidades especiales.

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Escritor profesional, autor de novela, cuentos y relatos, algunos premiados. Columnista en diversos medios. Creador de contenidos, redactor y copywriter.