
Un reciente informe de la Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido ha puesto de manifiesto la ineficacia de los esfuerzos del gobierno británico para abordar la violencia contra mujeres y niñas (VAWG, por sus siglas en inglés). A pesar de la implementación de estrategias en 2021 y 2022, las cifras de agresiones sexuales han aumentado, lo que indica que las medidas adoptadas no han logrado mejorar la situación de las víctimas ni generar un cambio social duradero.
El informe destaca que más de una de cada cuatro mujeres se estima que será víctima de agresión sexual o intento de agresión a lo largo de su vida, y que una de cada doce mujeres sufre violencia de género cada año. Sin embargo, el número real de casos podría ser considerablemente mayor, dado que muchas agresiones no se denuncian.
Falta de coordinación y recursos insuficientes
La Oficina del Interior del Reino Unido ha sido criticada por no liderar una respuesta efectiva y coordinada ante este grave problema. Según el informe, los departamentos gubernamentales encargados de abordar la VAWG carecen de un control adecuado sobre la asignación de fondos y de una supervisión clara sobre la efectividad de las políticas implementadas. En el presupuesto de 2024-25, se asignaron 57 millones de libras esterlinas (aproximadamente 70,6 millones de dólares) para combatir la VAWG, incluyendo el abuso doméstico, pero la falta de un enfoque integral ha limitado el impacto de estos recursos.
El informe también señala que un grupo de supervisión ministerial, responsable de coordinar el trabajo entre departamentos para la adopción efectiva de las estrategias, solo se reunió en cuatro ocasiones durante tres años. Esta falta de compromiso y seguimiento ha contribuido al aumento de las agresiones, que han pasado de 34,000 a 123,000 incidentes registrados por la policía entre 2009 y 2024.
Un portavoz del Ministerio del Interior ha defendido que el informe se centra en el trabajo de gobiernos anteriores y en su incapacidad para generar un cambio sistémico en la lucha contra estos delitos devastadores. Sin embargo, la creciente preocupación por la seguridad de las mujeres en el Reino Unido sigue siendo un tema candente, y la necesidad de una respuesta más efectiva y coordinada es más urgente que nunca.