
En un contexto donde la crisis climática sigue siendo una preocupación global, recientes investigaciones han arrojado luz sobre diversos aspectos de nuestro entorno. Un estudio de simulación ha sugerido que la Circulación Meridional de Viento del Atlántico, un fenómeno crucial para el clima global, es poco probable que se detenga en este siglo. A la par, un grupo de ingenieros ha desarrollado una nueva lente de telescopio plana capaz de capturar color mientras detecta luz de estrellas distantes, minimizando los inconvenientes asociados a las lentes tradicionales.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. La reciente ola de despidos en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) por parte del Departamento de Eficiencia del Gobierno, dirigido por Elon Musk, ha generado inquietud en quienes residen en áreas propensas a huracanes, ya que estas decisiones afectarán a todos.
Nuevas observaciones sobre el sistema cuántico
Un avance significativo en la física cuántica ha sido reportado por un grupo de investigadores que se basa en el experimento mental de Maxwell. Este experimento, propuesto en 1867 por el físico James Clerk Maxwell, parecía desafiar la segunda ley de la termodinámica. En esencia, Maxwell imaginó un «demonio» que separaba moléculas de gas en dos cámaras, haciendo que una se calentara mientras la otra se enfriaba, lo que contradice la idea de que la entropía siempre aumenta en un sistema cerrado.
En un estudio reciente publicado en Physical Review Letters, los investigadores han encontrado un método para detectar propiedades cuánticas de un sistema sin destruir la información subyacente. Al estudiar cómo los sistemas cuánticos intercambian calor con su entorno, han demostrado que es posible obtener información sobre rasgos como el spin o el entrelazamiento sin colapsar el estado cuántico del sistema. Según el profesor Jonatan Bohr Brask de la Universidad Técnica de Dinamarca, su enfoque permite explorar restricciones fundamentales sobre el intercambio de calor en un proceso cuántico simplemente midiendo un «ancilla térmica», o baño de calor.
La historia geológica de la Tierra
Investigaciones recientes han revelado que hace aproximadamente 14 millones de años, nuestro sistema solar atravesó una región de formación estelar conocida como el complejo de Orión. Este hallazgo sugiere que esta travesía pudo haber dejado huellas en la evolución del clima terrestre. Los científicos describen el sistema solar como un barco en el mar, navegando a través de «diferentes entornos galácticos». Durante su paso por el complejo de Orión, el sistema solar se encontró con una región interstelar de mayor densidad de gas, lo que podría haber comprimido la heliosfera, la burbuja que nos protege de la radiación cósmica.
Además, los investigadores sugieren que el sistema solar pudo haber estado expuesto a altos niveles de polvo interstelar, lo que podría haber dejado trazas de elementos radiactivos en el registro geológico. Este evento temporal coincide con la Transición Climática del Mioceno Medio, un periodo en el que la Tierra experimentó un cambio significativo de un clima cálido a uno más fresco.
Comportamiento de los narvales
Un estudio reciente de investigadores de la Universidad Atlántica de Florida ha revelado comportamientos de los narvales, un cetáceo conocido por su característico colmillo en espiral, gracias al uso de drones. Este tipo de tecnología ha permitido documentar comportamientos nunca antes observados, como su interacción con el pez ártico char, utilizando sus colmillos para manipular y aturdir a sus presas.
Este estudio también ha registrado por primera vez comportamientos lúdicos en los narvales, sugiriendo que estos cetáceos no solo son sociales, sino que también poseen diferencias de personalidad y pueden aprender unos de otros en sus interacciones. Estos hallazgos abren nuevas vías para entender la vida social y el comportamiento de estas criaturas fascinantes que habitan en regiones remotas del Ártico.