
SpaceX se prepara para el octavo vuelo de prueba de Starship
SpaceX ha reinstalado su imponente cohete Starship en la plataforma de lanzamiento, listo para llevar a cabo su octavo vuelo de prueba no tripulado. Este lanzamiento está programado para el lunes desde las instalaciones de Starbase en el sur de Texas, en una ventana de lanzamiento que se abrirá a las 5:30 p.m. CT (6:30 p.m. ET). Este nuevo intento se produce aproximadamente seis semanas después de un incidente explosivo durante el séptimo vuelo de prueba, donde la nave estalló en el aire, esparciendo escombros sobre las islas Turcas y Caicos.
La Administración Federal de Aviación (FAA), que regula los lanzamientos de cohetes comerciales, está llevando a cabo una investigación sobre el incidente. Sin embargo, el viernes pasado la agencia otorgó a SpaceX la autorización para el vuelo 8, destacando que la empresa había cumplido con todos los requisitos de seguridad, medioambientales y de licencia para esta prueba suborbital. El Starship, que actúa como la etapa superior del cohete, está diseñado para despegar a bordo de un propulsor de 71 metros de altura conocido como Super Heavy. Si todo va según lo planeado, el propulsor funcionará durante aproximadamente dos minutos y medio antes de separarse de la nave espacial.
Una vez que el Super Heavy complete su separación, intentará regresar a la plataforma de lanzamiento para un aterrizaje controlado. Hasta la fecha, SpaceX ha logrado realizar con éxito esta maniobra de captura en dos ocasiones. Por su parte, la nave Starship encenderá sus propios motores para continuar en una trayectoria suborbital. Entre los objetivos de esta misión se incluye la prueba de reinicio de un motor de Starship en el espacio, lo que es crucial para futuras misiones más complejas. Además, se intentará desplegar un lote de satélites Starlink simulados, que seguirán una trayectoria similar a la de la nave y serán desechados en el océano.
Incidente explosivo en el vuelo anterior
El séptimo vuelo de prueba de Starship, realizado en enero, también tenía como objetivo desplegar satélites de prueba, pero terminó de manera abrupta menos de diez minutos después del lanzamiento. La explosión fue atribuido a una fuga en la parte trasera de la nave, cerca de un tanque que contenía oxígeno líquido, lo que posiblemente provocó un aumento de presión y un incendio. SpaceX informó que se perdió contacto con la nave antes de que se desintegrara, aunque los sistemas de seguridad internos actuaron de manera autónoma para prevenir daños mayores. A pesar de la magnitud del incidente, no se reportaron heridos, aunque los residentes de las islas Turcas y Caicos encontraron escombros de la nave en las playas y carreteras. La empresa ha implementado mejoras en el diseño del Starship en respuesta a este incidente, incluyendo nuevos sistemas de ventilación y ajustes en el suministro de combustible a los motores.