
El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, ha afirmado que Elon Musk continuará siendo un “amigo y asesor” del expresidente Donald Trump y de él mismo, incluso tras la finalización de su mandato al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). La función de Musk como empleado gubernamental especial está programada para concluir a finales de mayo, momento en el cual se espera que el magnate regrese a sus proyectos privados. Sin embargo, DOGE, creado mediante una orden ejecutiva de Trump, seguirá activo al menos hasta 2026.
Recientemente, el CEO de Tesla y SpaceX desestimó los informes sobre su inminente salida de la agencia, calificándolos de “noticias falsas”. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, también se refirió a estas informaciones como «basura”, insistiendo en que Musk solo abandonará su puesto una vez que haya completado su trabajo en DOGE. En una entrevista con Fox News, Vance reiteró que los rumores sobre la salida de Musk del servicio público son “totalmente falsos”.
El papel de Musk en la administración Trump
Vance explicó que la llegada de Musk al departamento fue motivada por la necesidad de “hacer que el gobierno sea más eficiente” y de “reducir la increíble burocracia que obstaculiza la voluntad del pueblo estadounidense, pero que también cuesta demasiado dinero”. Según Vance, se estimó que esta tarea tomaría aproximadamente seis meses, un compromiso que Musk aceptó.
El vicepresidente subrayó que DOGE “tiene mucho trabajo por hacer” y que, aunque la labor continuará tras la salida de Musk, este seguirá siendo un amigo y asesor tanto para él como para el presidente. Vance enfatizó que el trabajo del magnate en la administración “no está ni cerca de terminar”.
En marzo de 2025, se anunciaron 275,240 despidos en Estados Unidos, la cifra más alta desde la pandemia de COVID-19, según un informe de la firma de recolocación Challenger, Gray & Christmas. De estos despidos, 216,215, casi el 80%, se produjeron dentro del gobierno federal, impulsados por las iniciativas de DOGE que buscan reducir el gasto federal en $1 billón para julio de 2026.