Bulgaria se prepara para unirse al Euro, pero las protestas y el descontento popular amenazan la transición

In Economía
junio 10, 2025

Bulgaria se prepara para convertirse en el vigésimo primer miembro de la zona euro, tras recibir el visto bueno de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo la semana pasada. Sin embargo, la adhesión no es vista con buenos ojos por todos los sectores del país. El primer ministro búlgaro, Rosen Zhelyazkov, del partido centroderechista GERB, ha hecho de la entrada en la zona euro una prioridad, argumentando que esto impulsará la estabilidad y el crecimiento económico.

No obstante, el temor a un aumento en los precios y una posible pérdida de independencia han desatado protestas alimentadas por partidos nacionalistas en contra de esta decisión histórica. Según una reciente encuesta de la Unión Europea, la mitad de la población búlgara se opone a adoptar el euro.

Inflación y soberanía

El principal temor que se plantea es un aumento de los precios durante la transición a la nueva moneda, ya que algunos negocios podrían redondear los precios al alza. Muchos búlgaros temen que la adhesión a la zona euro erosione su poder adquisitivo, especialmente en las áreas rurales más empobrecidas. Sin embargo, el economista Valentin Tataru, de ING, señala que la moneda búlgara ha mantenido una tasa de cambio fija con el euro durante mucho tiempo, por lo que «el aumento temporal de la inflación debería ser moderado».

Otro aspecto clave es lo que implica renunciar a la moneda nacional, el lev. Esta pérdida de control monetario podría percibirse como una disminución de la soberanía nacional, un ideal que ha cobrado especial relevancia en la narrativa política del país. Andrius Tursa, asesor de Europa Central y del Este en Teneo, subraya que «la sustitución del lev por el euro puede ser vista por parte de la población como una pérdida del control nacional». Además, el Banco Nacional de Bulgaria ya no tendría la responsabilidad exclusiva de establecer las tasas de interés, ahora dictadas por el BCE.

Perspectivas económicas y tensiones políticas

Unirse a la zona euro y asegurar la supervisión del BCE podría, según algunos analistas, impulsar la estabilidad económica y las perspectivas de crecimiento para Bulgaria. La economista Jasmin Groeschl, de Allianz SE, sugiere que la inversión extranjera podría aumentar y que el PIB del país se vería beneficiado por la adhesión. «La integración financiera más profunda fortalecería el sistema financiero de Bulgaria bajo la supervisión del BCE, mejorando la estabilidad monetaria», explica Groeschl.

En términos de comercio y turismo, la adhesión a la zona euro facilitaría los flujos comerciales con otros países de la eurozona, eliminando los costos y las complicaciones asociadas con la conversión de divisas. Sin embargo, el contexto político en torno a la adopción del euro también ha generado tensiones, con un notable aumento de las protestas por parte de sectores que se oponen a esta decisión.

A pesar de la oposición local y de los temores sobre la ascensión a la zona euro, muchos economistas coinciden en que, a largo plazo, los beneficios para Bulgaria superan los inconvenientes. «La compensación implica perder cierta autonomía económica a cambio de una integración más profunda», concluye Groeschl.

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