
IBM Avanza en la Computación Cuántica con Quantum Starling
La computación cuántica ha enfrentado durante años un desafío fundamental: la necesidad de cúbits, la unidad básica de información cuántica, para realizar cálculos complejos. Sin embargo, estos cúbits son intrínsecamente inestables, lo que genera errores a medida que se incrementa su número. La empresa IBM, liderada por Jay Gambetta, ha anunciado un avance significativo en la corrección de errores cuánticos, que podría allanar el camino hacia el desarrollo de Quantum Starling, un superordenador cuántico a gran escala y tolerante a fallos. Este proyecto promete revolucionar la computación cuántica al ofrecer una capacidad de cálculo sin precedentes.
Quantum Starling, cuya construcción ha comenzado en el centro de datos cuánticos de IBM en Poughkeepsie, Nueva York, estará operativo en un plazo de cuatro años. La compañía anticipa que este superordenador podrá ejecutar 20.000 veces más circuitos que los sistemas cuánticos actuales, realizando 100 millones de operaciones mediante 200 cúbits lógicos. A diferencia de los cúbits físicos, que son propensos a interferencias y ruido, los cúbits lógicos se generan a partir de varios cúbits físicos a través de técnicas de corrección de errores. Este avance es posible gracias a un nuevo sistema de corrección de errores, el LDPC (código de comprobación de paridad de baja densidad), que ha demostrado ser más efectivo que los sistemas tradicionales, reduciendo la necesidad de cúbits físicos y facilitando una mayor estabilidad en los cálculos.
El desarrollo de Quantum Starling no solo depende de innovaciones en la corrección de errores, sino también del avance tecnológico en la arquitectura cuántica. IBM tiene previsto lanzar una serie de procesadores cuánticos progresivamente más grandes e interconectados en los próximos años, con hitos clave como Quantum Loon, Kookaburra y Cockatoo, que servirán para probar y optimizar la tecnología necesaria para el proyecto. A través de estas iniciativas, IBM busca construir un sistema que no solo sea eficiente, sino que también permita a la computación cuántica alcanzar una ventaja significativa en diversas aplicaciones, desde el desarrollo de nuevos medicamentos hasta la optimización de procesos industriales. La carrera por la computación cuántica está en marcha, y el éxito de Quantum Starling podría marcar un punto de inflexión en el campo de la tecnología.