El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado a través de sus redes sociales que se ha alcanzado un acuerdo comercial con China, que está a la espera de su aprobación final, así como la del presidente chino, Xi Jinping. Este anuncio se produce en un contexto de tensiones comerciales que se intensificaron en abril, cuando Trump impuso nuevos aranceles a más de 90 países, incluyendo a China, argumentando desequilibrios comerciales.
La respuesta de Pekín no se hizo esperar, lo que llevó a una escalada en las tarifas, que alcanzaron niveles del 145% por parte de Estados Unidos y del 125% por parte de China. Sin embargo, tras negociaciones en Ginebra el mes pasado, ambas partes acordaron suspender temporalmente la mayoría de los nuevos aranceles mientras continúan las conversaciones. A pesar de este avance, ambos países se han acusado mutuamente de violar los términos acordados en Ginebra y de estancar las negociaciones sobre cuestiones clave, como los controles de exportación.
Detalles del Acuerdo
Trump afirmó que el acuerdo incluye un total de aranceles del 55% para Estados Unidos y del 10% para China, destacando que la relación entre ambas naciones es «excelente». En su mensaje, el presidente estadounidense mencionó que China se compromete a suministrar «imanes completos y cualquier tierra rara necesaria» de forma anticipada, mientras que Estados Unidos proporcionará a China lo acordado, incluyendo la posibilidad de que estudiantes chinos accedan a universidades estadounidenses.
Ni la Casa Blanca ni las autoridades chinas han comentado oficialmente sobre el anuncio de Trump. Sin embargo, el Secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, indicó que se ha alcanzado un acuerdo marco, describiéndolo como «carne sobre los huesos» del pacto de Ginebra. Lutnick mencionó que China ha acordado levantar restricciones sobre las exportaciones de tierras raras, mientras que Washington aliviará ciertas prohibiciones de exportación «de manera equilibrada», aunque no ofreció más detalles.
Por su parte, el vice-ministro de Comercio de China, Li Chenggang, confirmó que se ha llegado a un acuerdo comercial «en principio», a la espera de la aprobación de ambos líderes. Este nuevo ciclo de negociaciones siguió a una conversación telefónica entre Trump y Xi, que el presidente estadounidense calificó de «muy buena».
Las exportaciones chinas de minerales y imanes de tierras raras, esenciales para la tecnología moderna, fueron un tema prioritario en las conversaciones en Londres. Estados Unidos había criticado previamente a Pekín por retrasar la eliminación de los controles de exportación sobre estos recursos, fundamentales para la fabricación de productos como teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos. Mientras tanto, Washington ha limitado el acceso de China a semiconductores y otras tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial. Aún no está claro si estas restricciones se levantarán con el nuevo acuerdo.
Ambas partes tienen como fecha límite el 10 de agosto para finalizar un acuerdo comercial más amplio, de lo contrario, podrían reimponerse los aranceles en niveles de tres dígitos que se habían establecido en abril.
