El pasado lunes, veintiún países árabes y musulmanes emitieron una declaración conjunta en la que condenan los recientes ataques aéreos de Israel sobre Irán. Este pronunciamiento, liderado por Egipto, surge tras consultas entre el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, y sus homólogos de la región, según informa la agencia oficial MENA.
Una respuesta regional unificada
La iniciativa cuenta con la participación de naciones como Turquía, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Bahréin, Brunéi, Chad, Gambia, Argelia, Comoras, Yibuti, Arabia Saudita, Sudán, Somalia, Irak, Omán, Catar, Kuwait, Libia, Egipto y Mauritania. En su declaración, los ministros de Relaciones Exteriores enfatizaron que el ataque israelí sobre territorio iraní constituye una violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
Los países firmantes subrayaron la necesidad de respetar la soberanía nacional y la integridad territorial, así como los principios de buena vecindad. Además, hicieron un llamado a la resolución pacífica de los conflictos, advirtiendo que la situación actual podría acarrear graves consecuencias para la seguridad y estabilidad regional.
Por último, instaron a un cese inmediato de las hostilidades israelíes contra Irán y a un esfuerzo de desescalada que conduzca a un alto el fuego integral. Esta declaración refleja una creciente preocupación en la región por la escalada de tensiones y la posibilidad de un conflicto más amplio en Oriente Medio.
