
Una intensa ola de calor, calificada como histórica, está asolando gran parte de Estados Unidos, donde se registran temperaturas superiores a los 38 grados Celsius en zonas que no experimentaban tales condiciones desde hace más de una década. Este fenómeno meteorológico, conocido como «heat dome» o cúpula de calor, está generando un considerable riesgo para la salud pública, especialmente en ciudades como Boston, Nueva York y Filadelfia, que se enfrentan a estas temperaturas extremas en una época del año en la que la población aún no se ha aclimatado al calor estival.
El fenómeno se debe a un área extensa de alta presión en la atmósfera superior que está atrapando aire caliente del suroeste de Estados Unidos, lo que ha provocado un aumento de las temperaturas en el Medio Oeste y en la costa este. Según el meteorólogo privado Ryan Maue, un indicador clave de la fuerza de esta alta presión rompió récords, constituyendo una de las olas de calor más severas registradas en la historia. Se estima que el punto álgido de la ola de calor se alcanzará en los próximos días, lo que pone a prueba la resistencia de los habitantes de las ciudades más vulnerables a este tipo de fenómenos.
Impacto en la población y el clima
Más de 245 millones de personas, es decir, casi tres cuartas partes de la población estadounidense, experimentarán temperaturas de 32 grados Celsius o más, mientras que alrededor de 33 millones de personas estarán expuestas a temperaturas que superan los 38 grados Celsius. El sitio web de salud pública del gobierno ha indicado que las áreas de mayor riesgo abarcan desde Chicago hasta Pittsburgh y desde Carolina del Norte hasta Nueva York.
Las temperaturas extremas, acompañadas de un índice de sensación térmica aún más peligroso por la humedad, son particularmente preocupantes en lugares donde tales condiciones son poco comunes. Nueva York no había registrado 38 grados Celsius desde 2011, y Filadelfia, que experimentará días consecutivos con temperaturas por encima de esta marca, no alcanzaba ese nivel desde 2012. En las calles de Baltimore, los ciudadanos buscan alivio en centros de recursos y espacios públicos, mientras que algunos eventos han sido cancelados debido a las condiciones extremas.
El aumento de las temperaturas en Estados Unidos es parte de un calentamiento global más amplio. Según datos de la NOAA, los veranos en el país son 2.4 grados Celsius más cálidos que hace 50 años. La ciencia climática indica que este tipo de ola de calor ha sido triplicada en probabilidad debido al cambio climático provocado por la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles. Este contexto plantea interrogantes sobre cómo la humedad incrementará la incomodidad y el peligro de la ola de calor.
Los meteorólogos pronostican que la combinación de aire seco y humedad podría hacer que las temperaturas se eleven aún más, posiblemente superando las proyecciones de la NOAA. La preocupación se centra en que los altos niveles de humedad, que podrían alcanzar índices tropicales, harán que las condiciones sean aún más peligrosas para la población. Si esta ola de calor se hubiera producido más adelante en el verano, su impacto podría haber sido menos severo, dado que los cuerpos humanos tienden a adaptarse a las temperaturas más cálidas a lo largo de la temporada.