
Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Cleaner Production propone un enfoque innovador para la intensificación agrícola sostenible, con implicaciones significativas para la seguridad alimentaria y la conservación de tierras en Senegal. Realizado por investigadores del International Food Policy Research Institute (IFPRI), el estudio examina cómo las decisiones de uso de la tierra de los agricultores pueden ser guiadas por los riesgos y retornos relativos de diferentes cultivos, de manera similar a como se gestionan las inversiones financieras.
En las últimas dos décadas, la expansión de tierras agrícolas se ha acelerado en los países en desarrollo, contribuyendo a la deforestación y la pérdida de biodiversidad. A pesar de los avances en productividad, muchos países continúan ampliando sus áreas cultivables para satisfacer una demanda en crecimiento.
Recomendaciones para una mejor asignación de tierras agrícolas
Utilizando Senegal como caso de estudio, los autores muestran que redirigir la expansión agrícola hacia cultivos de alto valor, como frutas y verduras, podría reducir la necesidad de nuevas conversiones de tierras en hasta un 68% para el año 2030. El análisis revela que la actual asignación de tierras agrícolas en Senegal, centrada en cultivos básicos de bajo riesgo y bajo retorno, no alcanza la «frontera eficiente», un punto de referencia para la asignación óptima de inversiones agrícolas. Además, se indica que este cambio podría contribuir a aumentar el PIB del país, reducir la pobreza y mejorar la diversidad alimentaria, todo mientras se minimizan las emisiones y el uso de agua.
“Nuestros resultados demuestran que una inversión agrícola más inteligente y diversificada puede generar mejores resultados nacionales sin depender de insumos agrícolas adicionales o nuevas tecnologías”, afirmó Angga Pradesha, autor principal del estudio y científico senior en IFPRI. “Esta es una alternativa práctica a las estrategias tradicionales de conservación de tierras frente a las de uso compartido, ya que busca lograr ahorros de tierras a lo largo del tiempo a través de un mejor uso de los recursos existentes”.
Khalid Siddig, coautor y líder del programa de apoyo a la estrategia en Sudán, destacó que “lo que diferencia este estudio es la integración de la teoría de portafolio con modelos de equilibrio general computable, un enfoque que nos permite evaluar los compromisos de inversión en agricultura mientras capturamos las dinámicas del mercado real. Esta combinación proporciona una herramienta poderosa para que los responsables de políticas evalúen cómo diferentes asignaciones de tierras agrícolas pueden impactar no solo a los agricultores, sino también a toda la economía y el medio ambiente”.
El estudio invita a los responsables de políticas a adoptar una perspectiva más amplia y económica al planificar inversiones agrícolas, que considere el riesgo, el retorno y las interconexiones entre sectores. Medidas de apoyo dirigidas, como la expansión de infraestructura, el acceso a créditos mejorados y otras estrategias para reducir riesgos, podrían ayudar a los agricultores, especialmente a los pequeños productores, a volverse menos aversos al riesgo y más dispuestos a adoptar carteras de cultivos de mayor riesgo pero potencialmente mayores retornos.
“Si bien este estudio se centra en Senegal, el marco que hemos desarrollado puede adaptarse a otros países que enfrentan presiones similares por la expansión de tierras agrícolas y la demanda de alimentos”, afirmó James Thurlow, coautor y director de la Unidad de Prospectiva y Modelado de Políticas en IFPRI. “La metodología ofrece una forma práctica para que los gobiernos exploren cómo decisiones más inteligentes sobre el uso de la tierra, basadas en el riesgo y el retorno de los cultivos, pueden mejorar gradualmente la seguridad alimentaria y la sostenibilidad a gran escala”.
Más información: Angga Pradesha et al, Achieving transformational sustainable land Intensification: Integrated general equilibrium and portfolio analysis for Senegal, Journal of Cleaner Production (2025). DOI: 10.1016/j.jclepro.2025.145929
Proporcionado por el International Food Policy Research Institute