El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha anunciado que la administración Trump implementará precios mínimos en diversas industrias con el objetivo de contrarrestar la manipulación del mercado por parte de China. Durante una entrevista exclusiva con CNBC, Bessent afirmó que la economía no de mercado de China ha llevado a la desaparición de competidores extranjeros en la industria de tierras raras, gracias a su dominio global en la refinación y procesamiento, lo que les ha permitido reducir precios de manera drástica.
Bessent subrayó la necesidad de una política industrial robusta cuando se enfrenta a un competidor tan singular como China. «Cuando estás frente a una economía no de mercado como la china, entonces tienes que ejercer una política industrial», comentó durante el foro «Invest in America» en Washington D.C. Con este enfoque, la administración busca establecer un marco regulatorio que impida la repetición de estas circunstancias en el futuro.
Implicaciones de la política de tierras raras
Las tierras raras son componentes esenciales en la producción de imanes que se utilizan en sistemas de armamento estadounidense, como el avión de combate F-35 y los misiles de crucero Tomahawk. Además, estos imanes son cruciales para aplicaciones comerciales civiles, como los vehículos eléctricos. La administración Trump ha estado trabajando para establecer una cadena de suministro doméstica en este sector, como lo demuestra un acuerdo sin precedentes alcanzado en julio con MP Materials, el mayor minero de tierras raras de Estados Unidos. Este acuerdo incluye una participación accionaria, un precio mínimo y un contrato de compra.
La semana pasada, China anunció nuevas restricciones a las exportaciones de tierras raras, justo antes de una esperada reunión entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump en Corea del Sur. En respuesta, Trump ha amenazado con imponer aranceles adicionales del 100% sobre productos chinos. Bessent indicó que Estados Unidos podría considerar tomar participaciones en otras empresas como respuesta a estas restricciones chinas, enfatizando la necesidad de alcanzar la autosuficiencia o, al menos, de contar con la suficiente cooperación de sus aliados.
Sin embargo, el secretario del Tesoro aclaró que la administración no tomará participaciones en industrias que no sean estratégicas. Este enfoque pone de manifiesto una clara intención de proteger los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos frente a un panorama internacional en constante cambio, donde las dinámicas de poder entre naciones se vuelven cada vez más complejas.
