El avance en la investigación oceánica se encuentra en un punto de inflexión gracias a la creación del Hydrobox, un laboratorio de hidroquímica portátil que promete revolucionar la forma en que monitorizamos y cuidamos nuestros océanos. Este innovador sistema permite realizar análisis precisos de variables oceánicas esenciales, como la salinidad, el oxígeno disuelto y los nutrientes, facilitando así la obtención de datos cruciales para evaluar la salud de nuestros mares.
Un laboratorio en una caja
El Hydrobox se presenta como una instalación única y personalizada, diseñada para ser utilizada tanto en barcos de investigación como en la costa. Su capacidad para medir con altos estándares analíticos contribuye significativamente a la investigación oceanográfica química, física y biológica. Estas mediciones son vitales para mejorar los pronósticos oceánicos, los modelos climáticos y, en general, para comprender mejor el estado de nuestros océanos.
La implementación del Hydrobox se lleva a cabo en colaboración con barcos de oportunidad, es decir, buques comerciales y de investigación que se ofrecen voluntariamente para contribuir a la recopilación de datos. Esta estrategia no solo incrementa la capacidad de medición en áreas críticas como Australia y la Antártida, sino que también fomenta la colaboración internacional y la formación de nuevos científicos marinos australianos.
El Hydrobox, que fue desarrollado en asociación con la Universidad de Tasmania, se ha diseñado para ser fácilmente transportable, lo que permite su rápida movilización en diferentes embarcaciones. Según Maddy Lahm, una de las científicas involucradas en el proyecto, el Hydrobox es una reproducción en miniatura de los laboratorios de hidroquímica a bordo del buque de investigación RV Investigator y de los laboratorios en tierra, lo que simplifica el proceso de medición y análisis.
Este laboratorio se sometió a pruebas iniciales durante una misión de comparación de nutrientes internacional en junio de 2023 y se prepara para su primer viaje a la Antártida, donde se explorarán las condiciones oceánicas en el contexto del cambio climático. La misión, que partirá de Tasmania, será la primera dedicada a la ciencia marina del RSV Nuyina, el buque de investigación y suministros australiano, y permitirá la formación de estudiantes que se integrarán al equipo de investigación.
Un esfuerzo colaborativo
El desarrollo del Hydrobox ha sido un esfuerzo conjunto que ha contado con el apoyo de diversas instituciones, incluida la Universidad de Tasmania y el Australian Research Council. Además, el proyecto ha involucrado a la comunidad a través de la colaboración con la artista aborigen tasmaniana Bianca Templar, quien ha decorado el exterior del Hydrobox con un diseño que representa la conexión de su cultura con el mar.
La obra de Templar incluye elementos simbólicos como canoas de corteza y bosques de kelp, que reflejan la rica tradición marítima de los pueblos indígenas de Australia. Este enfoque no solo enriquece el proyecto, sino que también subraya la importancia de la conexión cultural con el medio ambiente en la investigación científica.
La comunidad científica espera que el Hydrobox no sea un proyecto aislado, sino el comienzo de una flota de laboratorios similares que puedan desplegarse globalmente para mejorar nuestra comprensión de los océanos y los desafíos que enfrentan. La producción de versiones futuras, como el Hydrobox 2.0, ya se vislumbra en el horizonte, lo que augura un futuro prometedor para la investigación oceánica.
