¿Qué tienen en común la música comercial con el Camino de Santiago?

In Sociedad
agosto 01, 2018

La pregunta parece no tener mucho sentido, pues poco pueden tener de relación la música y todas sus disciplinas con el Camino de Santiago, pero si nos adentramos en profundidad en ambos fenómenos descubriremos que son muchas las particularidades que permiten conectar estos dos hechos culturales.

La primera singularidad que comparten ambos fenómenos es que los dos son hechos culturales. Nadie duda de que la música es una forma de arte, una forma de explotar la sensibilidad de las personas. El Camino de Santiago es un hecho cultural en sí mismo, esta peregrinación católica acoge disciplinas artísticas como la arquitectura, la pintura, la escultura, la música, etc., y es una de las principales vértebras no solo de España, sino también de Europa.

Los años 80, el gran punto de unión entre la música y la peregrinación a Santiago

No se trata de que fue en esta década cuando los caminantes o peregrinos comenzaron a escuchar música mientras hacían la ruta, va mucho más allá. La década de los 80 cambió el mundo, y aunque esta afirmación es muy genérica y se puede extrapolar a cualquier otro momento de la historia, con la música y el Camino de Santiago fue así.

La música de los años 80 se caracterizó por la aparición de nuevos contenidos, especialmente al inicio de estos años, instrumentos electrónicos con sonidos relativamente nuevos. La música dance o la música disco fue una de las grandes novedades, en los 80 vieron la luz ritmos y danzas diseñadas fundamentalmente para bailar y moverse. Esto permitía la interacción de las personas y las parejas en las discotecas, motivo por el cuál estos locales causaban tanto furor.

En esta década, aparecieron una gran variedad y diversidad de grupos musicales. Artistas de la talla de Duran Duran, The Clash, R.E.M., Cindy Lauper, Prince y como no, los reyes del pop, Michael Jackson y Madonna. Muchos de ellos continuaron con su exitosa carrera durante los años 90 y de manera posterior, mientras que otros quedaron anclados en esta época.

En España el gran fenómeno musical de esos años fue La Movida, un movimiento cultracultural que tuvo como principal exponente la música, y que surgió como contraposición a la época franquista. Los primeros años de democracia en España dejaron un legado cultural enorme que se basó en un carácter innovador, moderno y liberalizador, que tenía como objetivo romper con la sociedad tradicional española.

Sin duda, la Movida de los años 80 en España se vio muy influenciada por canciones de los años 80 en el resto de Europa y el mundo, sobre todo el mundo anglosajón. Cuando este fenómeno se trasladó de Madrid al resto de España nació otro gran fenómeno musical, heredero también de la música de los 80, dance y techno, la ruta del Bakalao en la costa levantina.

Todo el despertar de la cultura española, no solo la música, se debió en parte a la entrada del país en la Comunidad Económica Europea, posteriormente Unión Europea. Ya en los 60 y los 70, España había crecido enormemente en Europa como destino turístico, pero no fue hasta la entrada de lleno en la Unión cuando España pudo liberarse en buena medida de la losa del franquismo.

Con esta nueva España democrática, el país era mucho más atractivo para los visitantes y los turistas. Mejoraron enormemente las infraestructuras y a inicios de los 90 España fue sede de los Juegos Olímpicos en Barcelona y de la Exposición Universal en Sevilla, ambos eventos en el año 1992.

También en esta década, el Camino de Santiago vivió su gran despertar. Su popularización ya había crecido durante los 60 y los 70, con mejoras en las rutas y reformas en albergues, iglesias y espacios para los peregrinos. Pero fue 1985 cuando esta ruta dio el gran salto. En esa década nacieron las flechas amarillas para indicar la senda Manuel Fraga Iribarne sabe sacar partido del Camino no solo como hecho cultural, sino también como fenómeno turístico.

Los 80 fueron el resurgir del Camino de Santiago mientras que en los 90 llegó la gran masificación, llegándose a contabilizar más de 100 países que aportaron peregrinos en el Xacobeo de 1993. Desde el final de los años 80, Fraga Iribarne tenía marcado el Año Santo Compostelano del 93 como el gran hito del Camino y su nuevo resurgir.

No cabe duda de que todo esto no habría sido posible sin la integración de España y otros países en la Unión Europea. Fue eso lo que permitió que esta peregrinación adquiriera un nuevo significado histórico y recuperara lo que había sido durante la Edad Media, un eje vertebrador del catolicismo y las diferentes culturas europeas.

Así, en Galicia se sientes orgullosos de su legado, el Camino de Santiago como parte fundamental de la cultura española y europea. Desde entonces hasta ahora, cada año se supera el número de peregrinos que hacen el Camino de Santiago, ya sea de manera independiente o con la colaboración de empresas como Santiago Ways.

De las motivaciones de los primeros peregrinos para alcanzar Santiago hasta las actuales puede haber un gran trecho, pues ya no todos los caminantes hacen la ruta por motivaciones religiosos. Pero de lo que no cabe duda es de que lo que todos tienen en común es el destino, Santiago de Compostela.

Santiago es una ciudad que se lo debe todo al Santo y la peregrinación, una ciudad creada para albergar peregrinos. Durante siglos, incluso llegó a rivalizar con Roma por ser la gran capital del catolicismo, al fin y al cabo, en ambas ciudades hay enterrado un apóstol de Cristo.

Dejando a un lado la importancia económica de estos dos grandes centros del catolicismo, Santiago puede competir con Roma en cuanto a belleza, si bien la capital italiana tiene otros atractivos que no posee Compostela, como su casi interminable legado romano, con el Coliseo como principal protagonista. Ambas ciudades bien merecen una visita, y en el caso de Italia, una oportunidad inmejorable es hacerlo mediante Rome City Transfer, para desplazarse por todos sus rincones de manera cómoda.

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Escritor profesional, autor de novela, cuentos y relatos, algunos premiados. Columnista en diversos medios. Creador de contenidos, redactor y copywriter.