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Y ahora que somos mayores, ¿qué?

In Salud
marzo 17, 2019

Lejos de lo que algunos pudieran pensar y tras años situado en los primeros puestos de la lista, España ha conseguido por fin el título de país más saludable, desbancando a la idílica Italia. Pero para alcanzar este título que tanto enorgullece al país se han tenido en cuenta incontables factores, entre ellos, la esperanza de vida que se sitúa en los 82’83 años, y que parece seguirá aumentando. Pero este dato, unido a la cada vez menor natalidad, no ha hecho sino preocupar a los profesionales, que ven como la población mundial envejece a pasos agigantados. Y es que, esta longevidad ha propiciado que cada vez se den más casos en los que los hijos no pueden hacerse cargo de sus padres por múltiples razones, en ocasiones porque ellos mismos también son mayores o padecen enfermedades que les impiden devolver a sus padres los cuidados que les fueron proporcionados cuando eran pequeños. En estos casos la mejor opción es acudir a una residencia de ancianos en la que además de los cuidados que necesita recibirá cariño y encontrará compañía. Pero, ¿son todas las residencias iguales? ¿el precio de las residencias de ancianos en Madrid es muy elevado?

Y es que, a pesar de que al principio son muchos los reticentes, debido en gran medida a las distintas polémicas que rodean a este tipo de establecimientos, al final resultan ser una gran opción cargada de enormes beneficios que se enumeran a continuación:

  1. Además de recibir atención asistencial y apoyo emocional, mantendrán la soledad a raya dado que la comunicación y la compañía son dos puntos muy fuertes de este tipo de lugares.
  2. Las actividades lúdicas y de entretenimiento suelen ser constantes, buscando de esta manera, además de fomentar las relaciones sociales, la diversión de los mayores, sus familias y el personal asistencial.
  3. Estar exento de la realización de las actividades que requiere cualquier hogar también es un plus muy a tener en cuenta, pues además de garantizarse de esta manera que mantendrán una dieta saludable, tendrán más tiempo para descansar o para dedicárselo a aquello que más les apetezca.

Vivir en una residencia de ancianos está muy lejos de significar que la vida llega a su fin o que las familias se desentienden de sus mayores, más bien todo lo contrario, en ellas encontrarán un nuevo hogar en el que disfrutar de la vida como nunca antes lo habían hecho, sin ningún tipo de preocupaciones. Así que, adelante, ve corriendo a pedir precio de residencias de ancianos en Madrid o en cualquier otra comunidad.