El invierno se ha hecho largo y ahora que está tan cerca, parece que los días transcurran más lentamente, parece como si al ansiado verano le gustase hacerse esperar. Y es que, cada día trascurrido es un día menos que falta para disfrutar de unas más que merecidas vacaciones. Sin embargo, y mientras muchos hacen las cuentas de esta manera, muchos otros, enfaenados hasta arriba, son conscientes de que les queda un día menos para tener todo a punto para la llegada de los primeros turistas, lo que en los destinos turísticos por excelencia se traduce en la llegada masiva de turistas que no darán tregua. No obstante, y aunque no sea tan abundante, existe un turismo muy distinto al que la mayoría está acostumbrado, un turismo que se caracteriza por la ausencia de preocupación a la hora de gastar, es decir, un turismo de lujo en el que hospedarse en los mejores hoteles o acudir a los mejores restaurantes son auténticas nimiedades al lado de lo que cuesta el alquiler de embarcaciones de lujo, la celebración de las fiestas más exclusivas con la presencia de escorts de lujo en Ibiza o en cualquier otro lugar, y un sinfín de cosas para las que la mayoría de mortales tendrían que pasar años trabajando.
Y es que, si existe un lugar en el país en el que el lujo alcance límites inimaginables ese es Ibiza, tal es así, que pocos son los trabajadores que con un sueldo normal pueden hacer frente al pago del alquiler de una vivienda, viéndose obligados a tener que compartir piso como cuando eran jóvenes, algo que llegada cierta edad no apetece ni lo más mínimo, y cuando se hace, es únicamente por pura necesidad. Pero, la otra cara de la isla permite a muchos hacer dinero a la misma velocidad que los más pudientes se van desprendiendo de él, es por ello que, muchos deciden aventurarse y poner rumbo a Ibiza para ver si pueden hacer su particular agosto.
Y a pesar de lo que a priori pueda parecer, son muchos los hombres de negocios y ejecutivos que visitan la isla y que deciden contratar los servicios de escorts de lujo en Ibiza, conscientes de que de esta manera su estancia en la isla mejorará. Y es que, tras una larga jornada de trabajo entre hombres, que mejor manera que acabar el día haciendo realidad las fantasías que cualquiera pudiera tener.
La mejor compañía en un paraje idílico, sin duda, la mejor manera de garantizar que la realidad supera a la ficción.