Aún seguimos teniendo ansiedad social tras el confinamiento

In Sociedad
agosto 24, 2020

El confinamiento y la crisis del coronavirus ha provocado unos cambios en la sociedad de una gran magnitud. A nivel individual también están causando efectos, algunos de los cuales se pueden prolongar en el tiempo, cómo por ejemplo sufrir ansiedad social.

Las primeras reacciones ante la pandemia fueron shock, ansiedad, compras compulsivas, insomnio y una fuerte sensación de irrealidad de la que aún muchas personas no se han recuperado.

Los efectos de la pandemia van mucho más allá de la covid-19 y muy posiblemente se prolongarán a largo plazo. Cada persona es diferente y dependerá de las herramientas psicológicas y emocionales que cada uno tenga, el que se afronte la situación de una manera o de otra. El encierro obligado por la propagación de la pandemia fue difícil de sobrellevar para muchos, pero para otros, el aislamiento forzoso sirvió como excusa para evitar algo que previamente no les gustaba, como salir a la calle o socializar. Para estas personas, recuperarla normalidad está siendo más difícil, y retomar el contacto social puede ser un factor importante de estrés.

Además, volver a salir a la calle después de haber estado en la seguridad del hogar, puede generar miedos desproporcionados ante la falta de control del entorno y el aumento del riesgo de contagio. Desde que comenzó esta crisis sanitaria los especialistas han detectado un aumento del número de pacientes diagnosticados con diferentes síndromes como agorafobia, comportamientos obsesivos o ansiedad social. Estas son las principales secuelas derivadas del confinamiento:

Miedo al contagio

Se trata de un miedo completamente normal, al fin y al cabo estamos viviendo una pandemia, y cada día los medios nos repiten las cifras de contagiados y fallecidos. Pero  el problema surge cuando se presenta la necesidad de evitar situaciones que les hagan sentir en peligro, o llevar a cabo determinados rituales para asegurarse una y otra vez que no se van a contagiar.

Conductas hipocondriacas

Tener miedo de enfermar también es normal, excepto cuando este se convierte en algo obsesivo. Esto puede provocar que la persona comience a percibir síntomas en cualquier malestar habitual, que compruebe su temperatura constantemente, que haga consultas relacionadas en internet o que acuda al médico repetidamente. De esto se derivan serios problemas de angustia y ansiedad.

Agorafobia

Está siendo la fobia más común desde cuarentena. Quienes la padecen, procuran pasar todo el tiempo posible en casa y tratan de evitar lugares públicos por miedo a que pase algo malo. En ocasiones la exposición social puede generar ataques de pánico, que tienden a reforzar la ansiedad y las conductas agorafóbicas.

Fobia social

Al prohibirse el contacto social durante unos meses, las personas que ya padecían cierta ansiedad social, van a sufrir una intensificación de su fobia. Comienzan ser comunes los patrones evitativos y la inhibición social, que puede funcionar como un círculo vicioso, generando desconfianza y temor.

Son patologías que pueden resolverse, pero si queremos que el proceso de recuperación sea más rápido, lo más recomendable es contar con la ayuda de un profesional como Alejandro Vera. Con la terapia adecuada y ganas de superar este bache, podemos salir reforzados y adquirir nuevas herramientas para el futuro.

 

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Periodista vasco cuyas historias han abordado todo lo relacionado con el mundo del marketing y las nuevas tecnologías.