Las energías limpias han llegado para quedarse, y, además, su instalación y uso pueden suponer un importante ahorro en las facturas de un hogar, así como del erario público. Si se dispone de un espacio al aire libre en casa, o si hay que diseñar nuevas redes de iluminación pública, optar por la energía solar es la opción más rentable en el medio plazo.
Ducharse con la energía solar
¿Se imagina poder disfrutar de una ducha de agua caliente en su jardín o junto a su piscina gracias a la energía del sol?, ahora es posible gracias a las duchas solares. Este sistema calienta el agua con temperaturas que pueden alcanzar hasta los 60 grados. Se puede utilizar a lo largo de todo el día por varios usuarios y el agua se va renovando de forma continuada. Estas duchas solares calientan el agua a través de su capacidad para captar la luz solar y gracias a su conductividad térmica la mantienen caliente durante toda la jornada.
Se pueden colocar en cualquier parte de la casa que esté en el exterior: un patio, un ático, un jardín, o junto a una piscina. Obviamente, se puede elegir la temperatura del agua, para que el momento de la ducha sea un momento para el relax.
Estas duchas solares están expresamente diseñadas para estar en el exterior, por lo que sus materiales son sólidos y de alta calidad. Su circuito interno es exclusivo y está patentado, y resiste a temperaturas incluso inferiores a -15 grados. El colector se fabrica en aluminio y lleva tratamiento anticorrosivo; mientras que los frontales se elaboran en acero galvanizado o en acero inoxidable. Cuentan con distintas capacidades, para poderse adaptar a las necesidades de cada uno. Las hay de 30 litros, de 40 litros y de 60 litros de capacidad. A todo ello, hay que sumarle que siempre hay repuestos en stock por si se produce cualquier avería.
El ahorro de agua caliente en este tipo de dispositivos es evidente. No se pagará energía por poderse dar una buena ducha de agua caliente en el jardín o en el patio tras un intenso día de calor o una jornada de diversión en la piscina. Además, son productos de muy fácil instalación.
Luz sin facturas
Al igual que las duchas solares ahorran una buena cantidad en facturas de la luz, en el caso de la iluminación exterior de calles, plazas o jardines ocurre igual. Si se quiere disfrutar de iluminación exterior sin costes adicionales a la factura eléctrica lo ideal es colocar unas farolas solares. Este sistema de iluminación es una alternativa estupenda a los sistemas tradicionales de alumbrado exterior, tanto en el sector privado como en el público.
A la hora de instalar un sistema de alumbrado público es necesario pasar por una serie de requisitos técnicos como los contratos de obra civil que se encargará de la apertura de zanjas, cajas de registro, contrato con la compañía eléctrica, etc. Si se instalan farolas solares lo único que será necesario será construir una base de hormigón (al igual que para colocar una farola convencional). La farola solar irá fijada a esa base. En cuanto al mantenimiento, se trata de una de las razones de más peso (junto con el ahorro en la factura eléctrica) para instalarlas. Se trata de unos productos que incorporan tecnología LED de última generación y que ofrecen una vida útil del módulo de más de 14 años. El ahorro de energía es considerable, sobre todo teniendo en cuenta que las farolas solares están diseñadas para tener una vida útil superior a los 25 años.
Las farolas solares son un sistema perfectamente integrado en la estética de cada zona, por lo que generan poco impacto visual. Además, su uso reduce las emisiones de CO2 al utilizar la energía del sol. Asimismo, como dato, las farolas solares están fabricadas con materiales completamente reciclables, lo cual es algo destacable para el cuidado del medio ambiente.